Bien Sturze: se plancha el dólar y renace el dulce amor por Lebacs en paritarias

El presidente Mauricio Macri hizo lo correcto, salió a bancar a su mejor hombre en el equipo económico, el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger. El BCRA intenta llevar tranquilidad a un mercado que lo respeta y bien merecido lo tiene. A su vez, el ala política y radical de este gobierno debería comprender el daño causado a expectativas por lo actuado en los últimos días, daño que el BCRA intenta corregir, sería muy útil que aprendan para la próxima, casi destruyen en una semana lo actuado por dos largos años.

Pesificación de cartera de caras a marzo. Ayer a las 15.30 horas recomendé a mis suscriptores pesificar cartera de caras a la decisión de política monetaria del BCRA, el estómago me crujía hacia una baja de tasa simbólica muy inferior a lo que el mercado descontaba, sin bien después del mediodía, el dólar retrocedió de su máximo intradiario, cerrando en $ 18,95, pero muy por encima de los $ 18,35 de días atrás. O sea, había mucho espacio todavía para la re-pesificación en especial, si uno había esquivado el tránsito de $ 17,25 a los $ 18,30 ocurrido desde mediados de diciembre del 2017. Desde que el dólar cotizaba en $ 17,25 se hizo muy necesario rotar varias veces la cartera entre lebaquización y dolarización, el veranito arrancó con todo en el principado de Peronia. Quien lo hizo aproximadamente bien, esquivó un 10% de devaluación y ahora con eso adentro, se hace muy dulce volver a disfrutar del carry trade al menos hasta marzo, un colchón del 10% no es para nada trivial.

Con una tasa de referencia al 28%, este equipo que hace rato la viene luchando en soledad, intentará defender una meta inflacionaria fijada en 15%. Sin embargo, la parte larga de las Lebacs superan el 25%, indicando que hay un mercado que convalida una inflación esperada casi 10 puntos porcentuales por encima de la meta. Olvídense de las REMs porque es gratis opinar, sin embargo, nadie paga lo que no cree, y en ese sentido, por cuestiones de liquidez y relevancia, el mercado que todavía marca expectativas es el de Lebacs aun cuando no tengamos una a 365 días. Si se quiere alcanzar la meta, desinflar una parte larga en 25% será maratónico, es poco probable, pero estamos en enero, técnicamente no es imposible, ojalá ocurra. Lo rescatable de la decisión de política monetaria de ayer es ver a un BCRA al cual el presidente Macri todavía al menos, no le quitó su apoyo y está muy bien que así sea, es lo mejor que tiene en economía y el mercado claramente lo banca. No me sorprendería incluso, que a puerta cerrada, el lado más íntimo del Presidente haya hecho catarsis y comprendido en parte al menos, que la conferencia de prensa en donde se anunció el cambio de meta había sido fulminantemente grotesca. Espero que para la próxima, si se informa una decisión de política monetaria lo haga quien debe hacerlo ergo: el presidente del BCRA; Messi no juega de arquero, juega de 9 y bien adelante. Me pregunto si la decisión de ayer no será una vuelta atrás al menos parcialmente, del zafarrancho anunciado por el jefe de gabinete días atrás. Como conclusión inicial: que el jefe de gabinete haga populismo político y que Sturze se encargue de lo monetario, sería muy eficiente.

En el corto plazo, esta decisión evita el “suicidio hacia paritarias al que nos conducía el jefe de gabinete en su última conferencia de prensa. En este sentido, se intentará al menos enfriar nuevamente expectativas y con ello encarar paritarias un poco mas tranquilas, veremos cuánto daño ya se hizo para un país que de inflación y crisis cambiarias sabe todo. Es como que Sturze perdió el primer round y ayer ganó el segundo. El problema es que faltan 8 rounds mas y en este contexto, luchar todos los frentes expansivos encarados por Hacienda solo con una tasa de referencia y la estructura temporal de la curva de Lebacs, parecería una tarea con una probabilidad de éxito muy baja. Claramente, existe una notable contradicción entre lo mejor que tiene Macri en economía y su riñón político. La ortodoxia monetaria nunca se llevó bien con el keynesianismo extremo y mas aun si el mismo toma ribetes de socialismo cloacal. Por lo tanto, si bien la decisión de ayer tranquilizará al mercado por lo menos hasta marzo, deja los mismos interrogantes de mediano plazo. Si la política fiscal no cambia, la meta del 15% será inalcanzable por varios puntos porcentuales. De esta forma, el presidente Macri deberá fijar prioridades claramente. Si pretende rebotar fuerte en un contexto de una economía totalmente ineficiente como la actual, deberá darle rosca a la bomba keynesiana y la inflación será otra víctima del déficit fiscal. Si comprende que para desinflacionar deberá resignar fuerza de rebote y votos para las presidenciales del 2019, quizá la desinflación vuelva a tener una chance. En lo personal, no creo que mucho haya cambiado con lo decidido ayer, veo a un riñón político fuertemente convencido en un keynesianismo deficitario y con un rebote esperado muy por encima de la desinflación rápida, ojalá esté equivocado.

Dulce, muy dulce: en el corto plazo todo bien. Desde ayer, enero y febrero probablemente sean meses en donde con esta renovada tranquilidad de permanencia del equipo del BCRA y con entrada estacional de dólares más flujo de endeudamiento entrante, el dólar debería plancharse en $ 18,35. En ese contexto, volver a armar posiciones en Lebacs por dos meses podría generar en el ahorrista un retorno total en dólares conformado por 3.40% de apreciación del peso contra el dólar, mas 4% correspondiente a dos meses aproximados de carry en Lebacs. Pero cuidado, no necesariamente este romance debería ser eterno: una vez cerrada paritarias quizá el dólar vuelva a correr más fuerte, por lo que redolarizar cartera hacia esa fecha podría tener sentido. Una cosa queda clara, lo actuado ayer por el BCRA tranquiliza claramente el corto plazo en especial para la batalla que le espera a este gobierno en paritarias. Respecto al mediano plazo definido como la Argentina a partir de abril, seguimos con una nube muy gris que aparta las expectativas actuales de las metas por varios cuerpos de distancia. Si este gobierno no quiebra la dominancia fiscal, este programa antiinflacionario corre serio riesgo de fracasar y no es por error de implementación sino porque el BCRA no es infinitamente poderoso. El frente a corregir es Hacienda y no veo a este gobierno comprometido con la disciplina fiscal, el objetivo sigue siendo ganar el 2019 lo cual entra en conflicto claramente con la ortodoxia monetaria. Conclusión sólo de corto plazo: bien Macri bancando a lo mejor que tiene:  el equipo del BCRA.

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