En el arranque del año, terminan de cerrarse algunos datos del 2022, que dejan sentada la "herencia" de base para este 2023. Los primeros datos indican una estabilización de la inflación -no un descenso- hacia 5%. Se resiste a caer.
Un dólar oficial todavía lejos de la evolución de los precios, pero con poca iniciativa del Gobierno por cerrar esa brecha. El propio ministro de Economía, Sergio Massa, resaltó haber establecido desde agosto políticas de tasas de interés por sobre la evolución del dólar (mensaje implícito: el que apostó al dólar en 2022, perdió...).
Los activos argentinos viven una primavera en verano, con rally de acciones y en los bonos. El riesgo país, a punto de bajar de los 2000 puntos.
Entre el pico de importaciones de julio y el retroceso interanual de diciembre habrían caído 58 puntos las compras al exterior, y la actividad económica lo sabe.
Pero 2022 dejó huellas. Ayer, el IERAL advirtió que su indicador de PBI en base a la recaudación tributaria revela una desaceleración fuerte en noviembre y diciembre del año pasado.
"El 2022 dejaría un efecto arrastre estadístico para el 2023 de apenas 0,6% en términos de PBI, mientras que la herencia de inflación es mucho más apremiante", sentenció.

El EMAE habría crecido un 5,7% en 2022 respecto al promedio 2021, un guarismo que tuvo como componente el "arrastre estadístico" que había deja el 2021, de 4,5 puntos. De modo que la herencia de actividad queda poco por esperar. Se estaría confirmando así el principio de agotamiento de la recuperación de la economía en el pos-covid, interpreta el IERAL.
Las principales explicaciones del freno al nivel de actividad se relacionan con la aceleración inflacionaria del último período, que afectó el poder adquisitivo de la demanda agregada y, en forma convergente, las crecientes dificultades para el abastecimiento de partes y piezas de origen importado.
La caída importadora se habría registrado en diciembre, cuando habrían totalizado unos u$s 5380 millones, 13,4% menos que un año antes, según datos elaborados sobre la recaudación del IVA Aduanas. Si se compara con el aumento de 45% que habían alcanzado en junio de 2022, se concluye que las importaciones se redujeron 58,4 puntos en un semestre.

Mientras tanto, la sequía, ese dato inmanejable de la realidad, sigue siendo la otra espada de Damocles del arranque del nuevo año. Hay datos contradictorios, ya que la Bolsa de Cereales advirtió que podría aliviarse con el avance del verano. Pero los que miran la mitad vacía del vaso de lluvia advierten lo ya perdido, la cosecha que no pudo ser sembrada.
Menos dólares, que a falta de mercancía serán inmunes a un "plan dólar soja 3", menor actividad por caída de importaciones y el peso de la inflación en la demanda. Las herencias que empiezan a cobrarse en estos primeros días.




