TRIBUNA

Una estación, un nombre y una lucha

Hoy el nombre de Carlos Jáuregui ocupa un lugar más que remecido en el espacio público de nuestra Ciudad, la estación de subte de la Línea H ubicada en la intersección de Av. Santa Fe y Av. Pueyrredón llevará el nombre del activista y luchador por los derechos del colectivo LGTBI, uno de sus primeros líderes, fallecido en 1996.

El año pasado la Legislatura porteña convirtió en Ley nuestro proyecto para denominar Carlos Jáuregui a esta estación de subte de Barrio Norte, hoy podemos celebrar el carácter polifónico de la estación, la soñamos, la pensamos y la trabajamos con mucha responsabilidad y sentido político entre varias fuerzas.

Jáuregui disputó y ocupó el espacio público como lugar privilegiado para la construcción y ejercicio de la ciudadanía, la expresión de los derechos civiles, el lugar donde construimos el respeto y reconocimiento del otro. Por eso, este es un homenaje que Buenos Aires le debía. A 20 años de su partida, a 25 años de la primera Marcha del Orgullo, en la ciudad que albergó sus luchas, sueños, tristezas y logros.

Es un acto de importante y necesaria visibilidad de memoria histórica y pretende también ser una acción pedagógica para el presente y para el futuro. Además, es el reconocimiento a la historia de un movimiento y activismo de más de 50 años con avances, retrocesos y derechos conquistados, y a una generación que abrió el camino.

En esta zona de Buenos Aires en la década del 80 comenzó a funcionar una red de lugares comerciales y culturales de sociabilidad para homosexuales que antes eran clandestinos. Boliches, pubs, bares y tiendas convirtieron a la Av. Santa Fe en un punto de reunión y sociabilidad de un colectivo que emergía, se hacía visible y luchaba por sus derechos. Así se convirtió en lugar de encuentro y referencia, como sucede en otros lugares del mundo: los barrios de Castro en San Francisco o Greenwich Village en Nueva York, Schonneberg en Berlín, Chueca en Madrid o LEixample en Barcelona.

Nombrar la estación de subte Carlos Jáuregui es una forma de hacer visible nuestra historia, de apropiarnos socialmente de un espacio, de manifestar una expresión y lograr una identidad y carácter para la ciudad.

Buenos Aires es la primera ciudad en el mundo donde una estación de subte, espacio de circulación de miles de habitantes por día, lleva el nombre de un militante LGTBI. Así es doble el orgullo: visibilizar una lucha a través del nombre de Carlos Jáuregui y que Buenos Aires se haya convertido en una ciudad de vanguardia en el tema.
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