Una decisión del mundo por la educación: la Unesco

Tantos siglos de civilización y no aprendimos a abrazarnos!.

Es innegable que la ciencia avanza y como consecuencia, la oscuridad retrocede.

Podemos decir que el hombre abrió sus brazos y alcanzó la luna. Pero con el triste agregado, que ese mismo hombre no los bajó para abrazar a un semejante. A veces, hay hombres que con su decisión pueden hacer torcer el destino del mundo. Marcar desde las entrañas de la sociedad en un lento proceso un cambio positivo, que llevará a una vida más plena y más igualitaria.

Hay metas que parecen inalcanzables. Pero hay hombres nacidos para alcanzarlas, que volaron alto y por eso dejaron huellas muy profundas. Que por poseer valores, más se exigieron.

Es que más grande el hombre, mejor comprende lo pequeño. No siempre encontraron el camino. Pero siempre supieron cual era.

Les preocupaba la enorme disparidad entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Y comprendieron que para ver de cerca, se necesita distancia. Y que la forma de respetar a Dios, es respetar a todos sus hijos.

Y quisiera mencionar una fecha, que hoy es histórica: 16 de noviembre de 1945.

Varios de esos hombres superiores, integraban la Organización de las Naciones Unidas. Decidieron crear una entidad, que denominaron Unesco, para contribuir al desarrollo de la paz en el mundo, mediante el recurso de la educación y de la ciencia. Y procurar la cooperación y la solidaridad internacional. ¿Sus armas? La educación y la cultura, en defensa de los derechos humanos, de la paz y de los valores universales para todos los países del planeta.

Y vino a mi mente esta institución, porque EE.UU., anunció en estos días que se retirará de la Unesco, por razones políticas que no me corresponde comentar aquí.

Tres o cuatro países acompañaron a EE.UU. al abandonar también la institución. Pero ese 16 de noviembre de 1945 sembró una semilla que no dudo, el devenir del tiempo la solidificará.

En estas décadas transcurridas, se ha ratificado que la Unesco seguirá su ruta de solidaridad y comprensión. La educación lleva inexorablemente a la superación, al mejor entendimiento y comprensión del mundo que nos rodea, abunda entonces, en mejores ciudadanos y una sociedad viva mejor. Porque el sol siempre vencerá a las sombras, dado que irradia calor y, tal vez, la ignorancia, sea un enemigo silencioso de todos los pueblos. Pudo haber en algún punto del planeta, algún gobernante de turno que no quisiera ver lo imposible de obviar, pero el peso de la razón se impone. Así la labor de la Unesco, a la hora de balances y promedios, da una grata noticia: nada detiene ni detendrá la educación como fenómeno transformador.

Y cierro con un aforismo que escribí hace algunos años en homenaje a todos los seres que hacen el bien por necesidad vital. "Quien apunta al cielo siempre da en el blanco".

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