Un flamante fideicomiso financiero abre esperanzas hacia el futuro de innovación

El lanzamiento a la oferta pública del fideicomiso Cites 1 despertó adhesión tanto por el tipo de instrumento como por el objetivo, financiar el emprendedorismo del conocimiento en ciencia disruptiva aplicada

Un nuevo Fideicomiso Financiero es lanzado a la oferta pública. Esto no parecería, a primera vista, ser una noticia destacable. Pero es mucho más que eso, es un llamado a la esperanza. Es la invitación a pensar que no todo está perdido, que aún en la pandemia y en cuarentena, hay un horizonte.

Me refiero al Fideicomiso Financiero Cites I, que se abre al mercado de capitales en estos días, como una oportunidad de inversión en el primer Venture Capital que se lanza a la oferta pública en la Argentina.

 

El primer venture capital que lanza oferta pública en la Argentina recogió fuerte adhesión de los mercados cuando buscaba u$s 24 millones

 

Lo particular de este caso es que este Fideicomiso apunta al financiamiento de una incubadora de proyectos con base tecnológica innovadora, desarrollados por emprendedores y científicos en nuestro país.

Se trata de una apuesta al emprendedorismo del conocimiento, cuando está claro a estas alturas que el conocimiento, mucho más que los recursos naturales, es la herramienta decisiva para el desarrollo y el progreso.

Y es allí donde ya está, y estará cada vez más, la matriz generadora de puestos de trabajo, y en definitiva el mejoramiento constante y sostenido del nivel de vida de los argentinos.

Este Fideicomiso apunta al financiamiento de una incubadora de proyectos con base tecnológica innovadora, desarrollados por emprendedores y científicos en nuestro país.

Se trata, además, de un caso donde más allá del objetivo de beneficio indiscutible, se evidencia la búsqueda necesaria, aunque muchas veces olvidada, de la amalgama de la ciencia básica y teórica con la ciencia aplicada, con la finalidad de impactar la producción y la generación de puestos de trabajo y de riqueza.

Esta amalgama, bien administrada, pone el acelerador en un campo en el que la sociedad argentina tiene ventajas comparativas, por lo menos tan claras como las tiene en la producción agraria.

La iniciativa tiende a financiar un polo en Sunchales, Santa Fe, ya existente y operativo, donde participa el sector privado, liderado por Sancor Seguros y también es apoyado por entidades multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo y los gobiernos provincial y nacional.

Un buen ejemplo de colaboración público-privado. A través del Fideicomiso mencionado con el Banco de Valores como Fiduciario, se busca el apoyo del capital privado en el mercado de capitales.

El objetivo es que más capitales privados se sumen a este proyecto a través de este Fideicomiso por un monto de U$s 24 millones, que se colocó de manera exitosa.

Como toda inversión en innovación y en etapas de arranque en muchos casos, es una toma de riesgos de consideración. Pero el riesgo y su aceptación están en la base del progreso. Y la contrapartida, claro está, es la posibilidad de importantes beneficios en caso de éxito.

El Fideicomiso solo lanzará al mercado certificados de participación en el resultado del negocio. Con lo cual lo sustancial, en este caso el 80% del resultado del valor final de los proyectos que despeguen, será de los inversores.

El 80% del resultado de los proyectos se repartirá entre los inversoresm, y el 20% restante, entre los organizadores, si es exitoso

El 20% restante queda en los organizadores, como es usual globalmente en este tipo de inversiones. Estas inversiones podrían calificar para los beneficios de la Ley 27.349 que permite deducir en la determinación del Impuesto a las Ganancias hasta el 75% de lo invertido en estos emprendimientos.

En este caso, además, se ha buscado la excelencia en el manejo, inspirándose y siguiendo el ejemplo de la experiencia israelí en materia de incubación y lanzamiento de startups.

Por otra parte, como el polo de Sunchales funciona hace varios años, Cites I ya cuenta entre sus activos con once proyectos funcionando, lo cual en alguna medida reduce el riesgo, y cuatro proyectos en sus pasos ya finales.

El objetivo es llegar a lo largo de la vida del Fideicomiso -que tiene un horizonte inicial de diez años-, a 32 proyectos lanzados. Se trata de proyectos de innovación tecnológica disruptiva, orientados a áreas como biotecnología y nanotecnología aplicadas a sectores que van desde los fármacos a la producción agropecuaria y con miras al mercado global.

No es un fideicomiso más, porque es la expresión de un esfuerzo de conexión de ciencia pura y ciencia aplicada, del sector privado y del sector público, montado sobre los mejores estándares de manejo y objetivos, es decir calidad profesional y seriedad.

Apunta además a un sector, el del conocimiento, en el que se tienen ventajas comparativas. Tiene riesgos, pero muestra un camino acorde con el signo de los tiempos e indica que la sociedad argentina, aún en los peores momentos, es capaz de generar futuro.

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