Transparencia, poder y agenda: por qué Twitter es el país de los millennials

Revisar las redes sociales de camino al trabajo o la facultad es un ritual casi sagrado de muchos millennials que buscan maximizar el tiempo del viaje e informarse sobre las últimas noticias ¿Por qué eligen las redes sociales y no el diario o la radio? La lista de motivos es larga.

Lunes, subte A 10 am, la gran mayoría de los pasajeros tiene el teléfono en la mano y los auriculares puestos. No todos están escuchando música o jugando a algún juego, muchos se están informando: cuál es la agenda del Presidente, cómo van las paritarias docentes, los mejores goles de la fecha. Todo eso en la misma aplicación y al alcance del dedo ¿Por qué pagar y leer un diario cuando puedo entrar a Twitter y tener la información de un modo sencillo y gratuito?

Las nuevas generaciones prefieren informarse mediante diarios digitales y fuentes directas antes que escuchar un programa de radio o ver un noticiero matutino. Los motivos abundan, con sólo ingresar a Twitter tengo a disposición una cantidad de información inconmensurable concentrada en tweets que abarcan los temas más diversos. En un solo minuto de scrolling adquiero más información que si estuviera pasando las hojas de un diario. Quizás incluso me entere más rápido que si escuchara la radio o me informe por la misma fuente en lugar de la repetición de un canal. Inmediatez, simpleza y trasparencia parecen ser los principales atractivos de los medios digitales frente a los tradicionales.

Se estima que el 80% de los usuarios millennials ingresan a Twitter al menos una vez al día. Desde cualquier dispositivo móvil es posible acceder a un torrente de información presentada de un modo atractivo con contenido de multimedia y datos claves en  pocos caracteres. Pensemos en cuántas veces tweets de usuarios privados notician sobre algún suceso antes que un periodista o cuán cómodo resulta buscar un hashtag para concentrar la última información sobre algún tópico. Información de cientos de diarios, blogs, portales y periodistas está al alcance de nuestra mano y en el momento que queramos. No es necesario disponer de un rato para escuchar la radio o esperar al almuerzo para leer el diario. La rapidez y accesibilidad cotizan alto en un mundo cada día más acelerado, y esto ayuda a entender por qué Twitter o Instagram son elegidos por la audiencia más joven.

Hiperconectados

Las redes no se llaman redes porque sí, sino porque funcionan exactamente de ese modo: redes de usuarios que se conectan a lo largo y ancho del mundo. La hiperconexión es un fenómeno de la época en la cual vivimos, hoy existe un despliegue de redes comunicativas entre usuarios de cualquier parte del planeta y sobre cualquier tema, cuya única condición para estar conectado es tener acceso a internet. Formar parte de esta gran red es otra ventaja frente a los medios tradicionales, y una que pesa mucho en las generaciones más jóvenes.

Pensemos en la clásica imagen de un grupo de personas alrededor de una radio esperando oír noticias sobre la guerra o reunidas para escuchar un anuncio presidencial. Pensemos ahora en que más de 6000 tweets son enviados por minuto, no solamente por periodistas, políticos, famosos o marcas, sino por una infinidad de usuarios privados. La vieja pasividad de la audiencia de los medios tradicionales hoy es reemplazada por una actitud activa de un público que crea contenido propio y lo retransmite. Las relaciones entre la audiencia y los medios ya no son tan asimétricas, porque son los usuarios quienes muchas veces marcan la agenda de la comunicación al hacer cosas simples como retweetear sobre tal tema y no sobre el otro, o al likear una foto posteada en Instagram de una figura pública de modo tal que adquiere visibilidad y luego es recogida y presentada en un noticiero del prime time.

A finales del 2017 se calculaba que si Twitter fuera un país, sería el 12avo más poblado en el mundo. Sin dudas, la mayoría de su población sería millennial.

La audiencia adquiere más protagonismo y eso le gusta. Por supuesto que la agenda continua, en una gran medida, siendo marcada por los medios, y las redes sociales, si bien son gratuitas, son propiedad de empresas privadas con fines económicos. Con todo esto, tener la posibilidad de manifestar una opinión sobre un tema de modo directo en el perfil propio en lugar de enviar una carta de lector a un diario y esperar que llegue, coloca a los usuarios en una situación de más poder.

Audiencias empoderadas

¿Es posible hablar de una suerte de empoderamiento por parte de la audiencia? Creo que sí, que esta actitud más proactiva trae consecuencias en la dinámica de la comunicación, ya sea periodística, comercial o de gobierno. Los efectos sobre los medios tradicionales son conocidos: diarios de mediana o gran tirada usan sus cuentas en redes sociales para publicar links a sus plataformas digitales así como noticieros de televisión recogen una serie de tweets sobre algún tema candente y lo presentan como una noticia. Los efectos en el marketing también son visibles, hoy una conversación mantenida en WhatsApp sobre x marca deriva en publicidad en el feed de Facebook o en los sugeridos de Instagram. Resulta interesante preguntarse sobre los efectos que las relaciones comunicacionales generadas en las redes sociales tienen sobre la conducta política, sea de campaña o de gobierno.

Llevar adelante una campaña electoral sin utilizar las redes es una empresa inútil si se quiere llegar a los millennials y a la generación z. Las elecciones pasadas VAMOS JUNTOS enviaba cartas a las casas de los votantes más jóvenes ¿Gastar papel y plástico en un sector poblacional que no utiliza el correo? ¿No sería mejor mandar un mail? Más allá de la baja probabilidad que hay que el votante abra y lea la carta, también existe la posibilidad que repudie el derrochamiento de recursos y cuestione mediante Twitter al candidato sobre sus posicionamientos medioambientales. El ida y vuelta que permiten las redes ofrece más herramientas a la población para expresarse y manifestar sus opiniones a la vez que significa un nuevo desafío para la clase política. Ya lo vemos en el caso de Macri que utiliza su cuenta de Twitter para posicionarse sobre los temas de la agenda pública, informar qué es lo que hace durante su día y comentar sobre los sucesos del momento. Logra una mayor cercanía y una relación más directa y rápida, sin la necesidad en todo momento de la mediación mediática tradicional.

Encuentro con Christine Lagarde en Olivos pic.twitter.com/ELzA1lJwON

— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 16 de marzo de 2018

En nombre de todos los argentinos quiero felicitar al Papa Francisco por sus 5 años de pontificado. Que su ejemplo y su tarea sigan inspirando a millones en todo el mundo. @Pontifex_es

— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 13 de marzo de 2018

Rapidez, claridad, centralización, protagonismo, contacto directo. Son algunos de los motivos que llevan a las generaciones jóvenes a optar por las redes sociales para informarse. A finales del 2017 se calculaba que si Twitter fuera un país, sería el 12avo más poblado en el mundo. Sin dudas, la mayoría de su población sería millennial.

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