PUNTO DE VISTA

Riesgos de corridas bancarias y hot money

Puede haber una gran corrida de depósitos hacia el dólar antes de las elecciones de octubre de 2019? Sí. No es difícil imaginar que si Cristina fuera candidata, y favorita, muchos pueden temer a un nuevo cepo (u otro esquema de control de cambios), e incluso a un default de deudas varias, sin descartar eventual default con el propio FMI (políticamente podría llegar a "garpar", como fue el caso con los fondos buitres, que finalmente Macri arregló en términos más benignos para Argentina que lo que preveían los propios asesores de Scioli: pura demagogia de Cristina Fernández que podría volver a ocurrir).

En un caso así, muchos de los depósitos del sistema, que han estado tranquilos todo este tiempo, incluso a pesar de las mega devaluaciones del 2018, podrían intentar salvaguardarse, comprando dólares.

Es decir, aun sin hot money (dinero caliente, muy especulativo), podría haber grandes y muy nocivas corridas bancarias y cambiarias. A esto, en este escenario (CFK favorita), hay que agregarle, a este tipo de corridas meramente defensivas, una probable fuga masiva del dinero "hot".

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Pero el dinero "hot" puede hacer daño incluso aun cuando Cambiemos fuese el gran favorito. El desarme de posiciones muy especulativas puede darse en cualquier momento (algo de esto vemos en estos días).

Dejando de lado al Tesoro Nacional, que prevé 50% aproximadamente de rollover de Letes y Lecap (últimamente la cifra ya es cercana al 100%), podemos intentar "aislar" el dinero "hot" del resto, analizando: a) el comportamiento de los plazos fijos, b) el ingreso de fondos bancarios (no depósitos) que han ido a Leliq, c) el remanente de Lebac.

a) Depósitos. En el gráfico se muestra la evolución de los plazos fijos, en términos nominales, deflactados por IPC, y deflactado por la tasa promedio de devengamiento.

Observamos en general un comportamiento bastante estable durante el período de mega-devaluaciones recientes, un punto de inflexión nominal significativo desde el 17 de septiembre, y un salto importante, deflactado, desde el 12 de octubre. Esto saltos coinciden con saltos en las tasas de interés nominales de interés y especialmente, el traspaso de Lebac a Plazos Fijos.

Considero que el salto "real" (prefiero el salto deflactado por tasa de interés) es el más relevante, y podemos computar desde el 12 de octubre al 13 de noviembre, $ 79.000 millones de pesos. Al dólar techo (lo que nos interesa para el caso de súbita fuga) serían hoy unos u$s 1700 millones.

Cabe consignar que no todo este dinero debe ser considerado "hot", como no lo era tampoco todo el dinero en Lebac. Ha habido inversores en Lebac sólo interesados en hacer una diferencia en pesos para calzarlos con pagos también pesos, y que no les ha interesado asumir ni beneficios ni riesgos cambiarios. De modo que podríamos decir que u$s 1.700 millones es en ese sentido un "techo" para el hot money de depósitos bancarios.

b) Otros ingresos sistema bancario. Vía ON, préstamos, han habido fondos que ingresaron para sólo intentar un carry trade positivo, y que claramente, se irían masivamente ante ganancias interesantes o ante el más mínimo temor de perder dólares. Una manera de estimar esto sería analizando el incremento de Leliq por encima de su tasas de devengamiento (renovación del stock), y por encima del incremento que podría haber tenido este stock derivado del analizado incremento de depósitos. Estimamos en nuestra Consultora que, entre el de setiembre y el 13 de noviembre: 1) incremento Leliq: $ 372.000 millones; 2) Traspaso de Lebac en bancos y Pases a Leliq: $ 170.000 millones; 3) capitalización intereses Leliq: $ 65.000 millones; 4) aumento encajes remunerados sector privado: $ 40.000 millones, 5) aumento encajes remunerados Banco Nación (colocaciones de Leliq del Tesoro Nacional): $ 45.000 millones; 6) Neto (1-2-3-4-5-6): $ 52.000 millones (al techo de la banda: u$s 1.100 millones).

c) El remanente de Lebac: que era al 13 de noviembre de $ 190.000 millones (V.N.) y que suponemos es todo "hot money potencial".

Es decir, que al 13 de noviembre, podríamos estimar en "potencial hot money", $ 321.000 ($ 79.000 millones más $ 52.000 millones más $190,000 millones), es decir un potencial de ventas máximo del BCRA de u$s 7.000 millones, aun cuando sería bastante más probable que la cifra de ventas del BCRA (en caso de ocurrir) fuese bastante más baja.

Ahora bien, si queremos estimar el stock potencial de hot money al 30/6/2019, deberíamos incrementarlo por el devengamiento del nuevo stock, y eventuales nuevos incrementos de stock (derivados de préstamos e ingresos del exterior). No sabemos cuánto puede ser el incremento de nuevos ingresos, y tomaré fueran cero. Con evolución de tasas de intereses de acuerdo al REM, puede estimarse que nuevo stock sería de $ 410.000 millones. Considerando una devaluación de bandas del 1,5% por mes (a fin de junio sería de $ 40,6 y $ 52,5 por dólar), las eventuales ventas del BCRA máximas podrían ser de u$s 7.800 millones.

Por su parte, el BCRA contaría con un "potencial de dólares para vender" (reservas netas de acuerdo a definición de FMI), de unos u$s 25.000 millones. Para junio se contaría además con nuevo swap de China lo que eventualmente podrían ser usados y sumarían u$s 20,000 millones al poder de fuego potencial del BCRA (u$s 45.000 millones en total). Es decir, el máximo a vender representaría un 17% de las reservas potencialmente vendibles.

El BCRA cuenta con el visto bueno del FMI para vender, siempre que sean ventas diarias de u$s 150 millones (en tal caso, podría tardarse unos 52 días en abastecer esa demanda, si no aflojara). Sería raro de todos modos, que si la perspectiva fuera que ganara Cambiemos, el BCRA estuviera cumpliendo su promesa y vendiera dólares, y las tasas subieran (por contracción de la Base Monetaria), la demanda de dólares no aflojara. Seguramente lo haría, y la corrida se agotaría más temprano que tarde.

Moraleja: el único escenario realmente preocupante para los tenedores de pesos, pareciera ser el de "Cristina favorita". En otros escenarios, si el BCRA y el FMI cumplen sus compromisos, podría haber inquietud, cierta zozobra por la volatilidad cambiaria (demasiada ancha la banda de flotación para mi gusto), pero las cosas no pasarían a mayores.

El hot money es un problema. Debe mantenerse "bajo control" (positivo el cambio regulatorio reciente del BCRA, pero sobre todo el mayor ritmo de baja de tasas de Leliq, que aminora las chances de ganancias "muy probables").

Pero su capacidad de daño en las presentes circunstancias, luce bastante acotada.

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