Reingeniería de la sociedad democrática

La sociedad argentina ha tomado el camino del cambio, lo que nos coloca en la extraordinaria oportunidad de debatir sobre una Reingeniería de la Sociedad, que apunte a la consecución del bien común, porque de este depende la realización del conjunto, lo que a su vez habilita el escenario para la realización individual y social del soberano.

Cabe destacar que una Reingeniería de la Sociedad, supone la reinvención de los vínculos, de las relaciones humanas que la cimientan, desde las más primeras y elementales, como la del hogar a las más complejas, como la Educación Inicial, Primaria, Secundaria y Terciaria. Teniendo en cuenta la realidad social, la organización y conducción de la sociedad debe, en consecuencia, apoyarse en el consenso, y éste se logra cuando existe un tipo de diálogo que es genuino y constructivo de un laboratorio social, para la democracia.

Se debe concebir al diálogo como una herramienta ideal, en el contexto de la sociedad moderna, para lograr el consenso que necesitamos con el fin de hacer realidad las soluciones más eficientes. Saber dirigir una sociedad es tener la capacidad para encontrar las maneras de dialogar y que el intercambio sea fructífero, en la consecución de acuerdos beneficiosos, para el conjunto en el corto y en el largo plazo.

Ciertamente, en nuestras sociedades modernas, los sistemas democráticos han demostrado ser los más aptos para el desarrollo de individuos plenos, ya que propician escenarios con mayor posibilidad de concreción de las libertades individuales y, con ellas, de la libertad y la felicidad social posible según cada caso, y cada rol o vínculo.

No podemos perder de vista, que en un sistema democrático, los ciudadanos pactan y ejercen el gobierno del Estado por medio de sus representantes. Si las instituciones que constituyen el Estado son las que administran la vida en sociedad, y de su eficiente desempeño depende el desarrollo de una Nación, es menester que el ciudadano esté preparado, formado adecuadamente para el ejercicio de su rol, de sus deberes y sus derechos; ya que en la elección de sus representantes y en su conducta cívica radican las posibilidades que en un Estado tiene de ejercer adecuadamente su función y de habilitar el bien común: alimentación, educación, salud, trabajo y hábitat.

Para ello, la Educación Personalizadora del Sistema Pedagógico Vanguardia Educativa (VANEDUC), como herramienta para la reingeniería de la sociedad debe apuntar a formar personalidades cívicamente aptas en el ejercicio de su rol soberano. Para que ello ocurra debemos formar ciudadanos desde el hogar y la escuela; capaces de elegir adecuadamente a quien lo va respetar para calificar el bien común.

"Si cada hombre es lo que hace a cada instante y a lo largo de su vida, el éxito en la calidad de su formación, en su rol y en las relaciones con los demás depende de su conducta. Para que los roles y los vínculos se conviertan en el canal para la felicidad y libertad posibles, debemos encausar nuestras acciones con vistas al bien común", con la consecución de la Calidad de los Soberanos en ejecutar sus roles, dependa la libertad, felicidad de los soberanos y la grandeza de las Naciones democráticas. Ese es el objetivo, de la próxima obra, ya en desarrollo: "Educar para la felicidad".

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