Recuperación de bonos argentinos: de la tragedia a la mediocridad controlada

De la mano de una sorprendente ineptitud oficialista, el primer semestre del 2018 ha sido sumamente cruel para activos argentinos. La torpeza de este Gobierno ha generado un colapso en activos argentinos comparables con la crisis de Lehman Brothers en 2008, una locura innecesaria. Sólo en países africanos como Argentina, los responsables de semejante daño siguen en sus cargos, país sumamente generoso éste en el que vivo.

Un activo emblemático como el Bonar 24 por ejemplo, en enero rendía 4,39% cuando en los puntos mas agresivos de la crisis llegó a rendir sobre el incomprensible nivel del 8%.

Podríamos hacer el mismo análisis sobre un amplio espectro de activos que involucran acciones y bonos largos soberanos los cuales describen con mayor o menor beta un escenario muy claro: las activos argentinos han capturado en sus precios un escenario de tragedia que parece sumamente exagerado.

Lo interesante es que cuando un mercado comienza a descontar tragedia, la convergencia hacia una mediocridad controlada puede resultar en una excelente oportunidad si uno apuesta a la recuperación parcial, tal como podría ser el caso para activos argentinos.

Mi escenario base sigue siendo un oficialismo que a fuerza de peronismo amarillo ganaría las presidenciales del 2019 por lo que no vendería un solo bono argentino a estos niveles de tragedia descontada. ¿Y después de las elecciones del 2019 como sigue esto? Obviamente, la Argentina del 2020 será idéntica a la del 2016, este gobierno nos acostumbró a vivir sin plan B.

Escenarios

Lejos están los días de inicio de gestión en donde los mercados comenzaron a descontar la probabilidad de un cambio estructural significativo y genuino. Dos años y medio de gestión han demostrado que este gobierno como todos los otros no vino a cambiar nada, vino a subsistir a fuerza de puro populismo electoral.

Por lo tanto el escenario de suma complacencia hacia activos argentinos está muerto.

Pero tampoco creo que sea razonable que los diezmados activos argentinos capturen un escenario armagedónico como algunos economistas que no se dedican al asset management están relatando por TV.

Ministro Nicolás Dujovne

La Argentina de los próximos 15 meses puede imaginarse como un punto intermedio entre una euforia que no retornará y un Armagedón que por lo menos de caras a las elecciones del 2019 tampoco ocurrirá.

De esta forma es probable que, una vez estabilizado el mercado de cambios, la Argentina se encamine hacia un escenario preelectoral caracterizado por una razonable mediocridad controlada y subsidiada por el Fondo Monetario Internacional, que tendrá como escudo los famosos u$s 50.000 que este gobierno se gastará para conseguir el único objetivo que le interesa: perpetuarse en el poder. Como se puede observar, no hay nada que no se haya escuchado en otros capítulos peronistas de nuestra historia.

De modo tragedia a modo medicridad

De mano de la estabilidad cambiaria y de algún anuncio hacia una restructuración del stock remanente de Lebac a cambio de bonos con mayor duration, es posible que los activos argentinos hayan hecho piso en los últimos días de junio y abran la puerta hacia un entorno que si resulta mediocre terminaría siendo infinitamente superior a la tragedia que vienen descontando, en especial durante los esquizofrénicos días de mayo y junio cuando el BCRA decidió implementar una política monetaria estocástica, un joyita socialdemócrata para el recuerdo.

De esta forma si Wall Street disidiese pasarnos del modo tragedia al modo mediocridad, los activos argentinos podrían exhibir una notable recuperación.

Luis Caputo, presidente del BCRA

Volviendo al Bonar 24 por ejemplo, al cierre de abril rendía 5,22%, por lo que exhibiría una potencialidad de apreciación superior a 150 puntos básicos y con un perfil de riesgo claramente conservador.

Uno podría intentar jugar la recuperación incluso con bonos más largos que han sido mucho castigados como el Centenario, por ejemplo, que a fines de abril rendía 8% y a inicios de año, 6,90%.

No creo que en el contexto actual los activos argentinos intenten recuperar sus niveles de enero 2018, el daño hecho a expectativas ha sido enorme y de eso se tarda en retornar.

Pero sí creo que con un Banco Central estabilizando el mercado de cambios es posible que los activos argentinos recuperen niveles anteriores a la locura iniciada en mayo con una crisis cambiaria incomprensible y autogenerada.

Apostar a una tragedia y a una crisis de gobernabilidad de caras a la presidenciales del 2019 es en mi opinión, un grave error. Argentina está mal, siempre lo estuvo, pero no por ello debe de caras al 2019 terminar en catástrofe.

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