Otro frente para Argentina: la pelea es entre EE.UU. y China, pero el riesgo es para sus socios

Pese a la confrontación, los dos gigantes tienen lazos económicos que hacen difícil una verdadera ruptura, por eso son los demás los que deben cuidarse de no terminar como "niño de los azotes". Australia ya sufrió el primer golpe y Brasil tuvo una severa advertencia.

La demanda de China de productos básicos fue fundamental para que a Australia no sufriera los efectos de la gran recesión de 2008. Pero China acaba de cancelar sus compras de carne de vacuna australiana, impuso un arancel del 80 por ciento a la cebada australiana y advirtió la posibilidad de boicotear a viticultores y productores de leche australianos. Además, instó a los más de 200.000 estudiantes universitarios chinos en Australia a considerar estudiar en otro lugar.

La situación que previamente se le presentaba a Australia como la mejor de los dos mundos, ahora se exterioriza como el mejor ejemplo de la tensión que pasará a reinar la economía mundial en adelante. La pandemia aceleró los pasos hacia la confrontación abierta entre Estados Unidos y China, atropellando las etapas intermedias que, quizás, la podían haber atenuado o limitado. En este nuevo contexto, China le está transmitiendo firmemente a Australia que ya no le será fácil continuar dependiendo de la economía china, pero seguir siendo la fiel aliada geopolítica de su rival, Estados Unidos.

Hasta recién, Australia recibiendo poca retaliación china, seguía el camino indicado por EE.UU. Así, integraba las organizaciones que éste lideraba procurando aislar el liderazgo de China en Asia, como los “Cinco Ojos (junto a Nueva Zelanda, Canadá y el Reino Unido) y el “Cuad (junto a India y Japón). Al mismo tiempo, China recibió casi 40% de las exportaciones australianas de bienes en 2019, mientras que las inversiones chinas sumaron más de u$s 44.000 millones en una amplia gama de sectores, desde la minería hasta la agricultura y la infraestructura, y turistas chinos, de suma importancia para el sector, sumaron otros u$s 8000 millones. Además, casi uno de cada 10 estudiantes universitarios en Australia es ahora chino, generando otros u$s 8000 millones en matrícula y cuotas cada año.

El duro golpe económico de las medidas chinas es un claro mensaje al rol de fiel escudero de EE.UU. que Australia juega desde el siglo pasado, participando activamente en casi todas las guerras hasta la actualidad lideradas por EE.UU. y Gran Bretaña, sumando más de 100.000 soldados muertos desde la Primera Guerra Mundial. Un porcentaje en proporción a su población muchísimo más elevado que los más de 600.000 que sufrió Estados Unidos.

La dura posición de China con Australia se observa en el silencio que viene recibiendo su ministro de Comercio, Simon Birmingham, al intentar dialogar con su par asiático para resolver las asperezas. El punto final para los chinos fue el apoyo político de Canberra a una investigación sobre el origen del coronavirus, entendiendo que el país de Oceanía estaba siguiendo órdenes de Donald Trump.

La nueva diplomacia china

En South China Morning Post el profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales de la Universidad de Bucknell, Zhiqun Zhu, explica que China está mostrando que se ha apartado de su enfoque diplomático típicamente defendido por Deng Xiaoping -conocido como taoguang yanghui, que en chino implica mantener un perfil bajo. China le está haciendo notar a Australia que tendrá que pagar un precio por su política externa, no dejándola pasar más actos como la participación de su marina en ejercicios militares con Estados Unidos en el Sur Mar de China; su prohibición de Huawei desde su infraestructura 5G; la aprobación de una declaración contra la propuesta de la ley de seguridad nacional promovida por Beijing en Hong Kong, y el apoyo político a la solicitud del senador estadounidense Marco Rubio la Alianza Interparlamentaria sobre China. Zhu resume el mensaje como “no sigas a la administración Trump tan estrechamente y dificultes las relaciones entre China y Australia .

Esta postura dura de China es la que se identifica como su nueva diplomacia “Guerrero Lobo , que debe su nombre a una serie de películas de combatientes chinos que derrotan a los enemigos liderados por Occidente. Algunos ya señalaban el desarrollo de esta postura de relacionarse externamente con el ascenso del actual líder Xi Jinping en 2013, pero en especial desde que en 2016 concentró más poder interno.

Sin embargo, en estos momentos este concepto adquirió mucho más sentido porque China comenzó a sentir una estrategia de cercamiento impulsada por Trump contra ella. Las intenciones del mandatario estadounidense no podían quedar más claras luego de expresar la necesidad de ampliar el G7 con la incorporación de Australia, Corea del Sur, India y Rusia, los tres países asiáticos con situaciones conflictivas con los chinos, y el último con quien se venía acercando precisamente para cuestionar la estructura global institucional liderada por EE.UU. En el medio Global Times, considerado casi vocero de Beijing, esa intención se denuncia como una actualización de la Alianza de Ocho Naciones que a inicio del siglo pasado se dividió China entre las potencias europeas, Estados Unidos y Japón.

En China avisan que el país no es actualmente el mismo que aquél cuya división dejó heridas que no han cerrado. De hecho, dos de estas –Taiwán y Hong Kong—son puntos débiles que tiene a la hora confrontarse con EE.UU porque tocan su punto sensible de que ambos son partes de la existencia de ‘una única China’. En cambio, una gran diferencia es su economía, actualmente representando cerca de un quinto de la mundial, cabeza a cabeza con la estadounidense. Además, como señala un reciente informe del Banco Mundial, su economía ocupa un lugar central en la demanda global de casi todos los commodities. Así, como muestra con el caso australiano, esa es su arma principal contra aquellos que China sienta que se posicionan a favor de los EE.UU. y contra ella.

Dependencia mutua: riesgo para terceros

El caso australiano se revela más dramático para terceros países porque la confrontación entre las dos economías líderes difícilmente se puede dar en un embate entre ellos. La terminología de denominar esta situación de “Nueva Guerra Fría , haciendo alusión a lo experimentado entre EE.UU. y la URSS, pierde sentido en cuanto se observa que, en ese caso, las esferas de actuación, incluyendo la económica, se encontraban separadas.

En cambio, el vínculo sino-estadounidense se caracteriza por la intensa relación que existe entre ambas economías. Así, aunque Trump ha declarado que la confrontación con China busca desconectar su economía de la china, los analistas insistentemente alertan sobre la dificultad de llevar esto a la práctica. En especial señalan que la característica de esta situación se manifiesta en que resulta casi imposible dañar la economía del otro sin sufrir igualmente en proporción similar. Al mismo tiempo, encuestas entre empresas de EE.UU. radicadas en China muestran que no desean abandonar ese mercado con semejante tamaño actual y gran posibilidad de crecimiento.

Siendo así, es probable que los golpes que no se puedan dar mutuamente recaigan sobre terceros como forma de debilitar los vínculos y alianzas que el rival buscar forjar para fortalecerse, cumpliendo la función de ‘niño de los azotes’—aquél niño que se decía que existía en las cortes de la temprana Europa moderna, cuyo trabajo era recibir el castigo físico en reemplazo del infante real para corregir su mal comportamiento porque este último no podía ser físicamente tocado por alguien de rango inferior.

Las "amistades" entre los pueblos

A mediados de marzo, Brasil estuvo muy cercar de recibir el castigo económico chino, luego de que el diputado nacional Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, expresó que el Covid-19 era un “virus chino . La embajada china en Brasil en su cuenta Twitter, le respondió duramente: “Sus palabras son extremadamente irresponsables y suenan familiares. Siguen siendo una imitación de sus queridos amigos. Al regresar de Miami, desafortunadamente contrajo un virus mental, que está infectando las amistades entre nuestros pueblos . China el año pasado, entre otros productos primarios, compró casi el 80% de toda la producción del soja brasileña. Por eso, su insinuación que reduciría sus compras a Brasil en represalia por querer agradar a Trump llevó al sector de agronegocios del país vecino, muy cercano a Bolsonaro, a criticarlo duramente.

Fausto Pinato, presidente la Comisión de Agricultura, Ganadería, Abastecimiento y Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados, alertó que enfrentar a China podría comprometer las exportaciones del sector. El Frente Parlamentario Agrícola, compuesto por 285 miembros, emitió una nota afirmando que China es “un socio de Brasil desde hace mucho tiempo, con el que tenemos una excelente relación comercial y de amistad . Aunque las palabras del diputado Bolsonaro habían sido luego apoyadas por el Ministro de Educación y el Canciller de Brasil, luego de que China no atendiera por varios días las llamadas del presidente Bolsonaro para ‘resolver el malentendido’, el tema de la culpabilidad del país asiático del coronavirus no volvió a aparecer.

No obstante, en Brasil impactó fuertemente que la reciente información que acaba de ser desplazado por China como principal socio comercial de la Argentina, aun dejando lugar a los efectos de la situación excepcional existente por causa del Covid-19. En particular, porque las exportaciones argentinas a China mostraron una suba de 50,6% interanual y muchos productos son los que Brasil también le vende al país asiático. Es decir, un retorno a la ‘normalidad’ posterior a la pandemia no resolvería el impacto económico para Brasil de un castigo económico chino.

Por ahora, Australia es la primera víctima de esta economía mundial que se configura para extenderse luego de la pandemia en que terceros podrían directa o indirectamente sufrir los golpes que se dirigen China y Estados Unidos.

Argentina caminará un camino espinoso en esta nueva economía mundial post-pandemia determinada por esta gran confrontación geopolítica que se extenderá por bastante tiempo: tiene una gran dependencia comercial con China y por su fuerte endeudamiento en dólares y al Fondo Monetario Internacional dependencia de Estados Unidos, además de ser parte de lo que considera, casi por definición, su zona de influencia exclusiva…

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