Messi, hacete cargo de alegrarnos la vida

Pasaron 41 años del primer título del mundo. Fue cuando la Argentina le ganó a Holanda la final del 78. Pasaron 33 de los goles de Maradona a los ingleses, que como dijo Gary Lineker, el goleador de México 86, ese 22 de junio Diego hizo un gol con la mano, pero Argentina ganó de forma legítima porque el segundo, el bautizado "barrilete cósmico" por Víctor Hugo, valió por dos.

Ayer también se cumplieron 33 años de otros dos goles magníficos de Maradona, los que le hizo a Bélgica en el mismo mundial que lo consagró campeón, pero opacados por el golazo a Inglaterra. El 7 de septiembre se cumplirán 40 años del campeonato Mundial Juvenil, la primera gran consagración de Maradona y Ramón Díaz, entre otros, en el lejano Japón. Desde Tokio hasta 2007, la Argentina ganó el sub 20 en cinco oportunidades más. La era de Messi y de Riquelme, que por esa obra de la casualidad cumplen años el 24 de junio, había comenzado. A los frutos juveniles se sumaban dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos, logros que la Argentina jamás había obtenido. El futuro era prometedor. La Selección, la mayor, sólo tenía que esperar para volver a gritar campeón como en el '86.

Riquelme, multicampeón con Boca, jugó un solo Mundial. Injusticia si las hay para los amantes del fútbol. Pero el as de espadas, Messi, sigue en pie. Parecía que se daba en 2014, pero en Brasil, Alemania no lo permitió. Tampoco se dio en la Copa América de Chile ni en la de Estados Unidos un año más tarde, en las dos, los transandinos se encargaron de ahogar el sabor del triunfo argentino.

Después de la decepción en Rusia y la eliminación temprana contra el luego campeón, Francia, la Argentina de Messi volvió a Brasil para jugar otra Copa América. Y hay que ganarla, para darle una alegría a la gente, aunque hasta ahora solo se le ganó a Qatar. Y ahora toca Venezuela, que ya no se le gana fácil, pero que en el imaginario colectivo es fácil. Pero no importa, la esperanza es lo último que se pierde, y porque aunque se ganaron dos mundiales, seis sub 20, dos medallas olímpicas y 14 copas américas (las últimas en el 91 y el 93), los argentinos le exigimos a Messi que gane algo, porque aunque sea el argentino que más ganó en el fútbol, es el responsable de nuestros fracasos, de nuestras miserias y de nuestro mal humor. Porque argentinos somos todos, no tanto a la hora de cumplir con las obligaciones, pero sí a la hora de pedirle a Messi que se haga cargo de alegrarnos la vida.

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