Macri cumple 80 días en el poder y debe desactivar más rápido la bomba de tiempo

Mañana, cuando se enfrente a su primera asamblea legislativa, Mauricio Macri habrá cumplido 80 días en el poder. El balance todavía es positivo pero el Presidente sabe que la Argentina es una bomba de tiempo que debe desactivar. A favor puede contar una salida sin traumas del cepo cambiario. Un horizonte favorable en el Congreso para las leyes que necesita. En especial para derogar la ley cerrojo y ponerle fin al default. Y el arranque de las clases, que hoy se consumará en la mayor parte del país. Esos datos parecen más determinantes que la desprolijidad en la suba de las tarifas energéticas y la confusión que generó la prometida reducción del impuesto a las Ganancias. El impacto negativo de la inflación es el factor más peligroso que puede inclinar la balanza hacia la celebración, en caso de que logren reducirla, o hacia el lado oscuro si este año termina con una suba de precios por encima del 30%.

Entre los aliados, Macri muestra el acompañamiento bajo protesta silenciosa de los radicales y el apoyo potente pero siempre al borde del escándalo de Elisa Carrió. Suman los respaldos intermitentes de los peronistas Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey, y las promesas interesadas de ayuda de la mayoría de los gobernadores.

Restan y complican los ataques de Cristina y el kirchnerismo, y la foto poco amistosa del Papa Francisco, quien ha decidido hacer pública su falta de sintonía con este gobierno. El Presidente conoce el diagnóstico: debe demostrar resultados más rápidos y más contundentes si quiere mantener sus altos niveles de aprobación actuales cuando llegue el momento decisivo de las elecciones legislativas de 2017.

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