Las reservas no convencionales y el potencial de la cuenca neuquina

Es comprensible que la promesa de enormes reservas no convencionales en la cuenca neuquina, ubicada en el oeste de la República Argentina, atraiga tanto la atención y el interés de los negocios del sector energético a nivel global. Contando con algunas de los mayores recursos potenciales en el mundo, la razón de tal entusiasmo es evidente.
Si bien lógicamente el potencial tiene gran importancia, la realización de este potencial también es un factor relevante. Aunque los desafíos de producción son muchos, el gobierno argentino ha dado señales de aliento a los inversionistas y está ofreciendo algunos incentivos. El régimen de promoción de petróleo y gas (Decreto 929/2013), por ejemplo, incluye cinco años de exenciones a los impuestos a la exportación para hasta el 20 por ciento de la producción. Aquí, la perspectiva de un auge económico derivado de recursos no convencionales a la escala potencial de la oferta es sumamente atractiva debido a la disminución de la producción convencional y a la creciente dependencia de las importaciones.
Con unos 20 a 30 equipos de perforación actualmente activos en Argentina para recursos no convencionales y con más planes de perforación confirmados, el avance hacia un desarrollo exitoso va en la dirección correcta. Sin embargo, para alcanzar la escala de producción necesaria, se deberá obtener rápidamente mucha más inversión y mucho más desarrollo y actividad es necesaria.
¿Cuáles son algunos de los principales desafíos que se deberán enfrentar para alcanzar con éxito el potencial que ofrece Neuquén? El cambio de la producción convencional a la no convencional constituye casi una transformación completa. No solo son diferentes las técnicas sino que además la base de habilidades y la infraestructura requerirán un cambio radical.
El modelo económico para los recursos energéticos no convencionales también es muy distinto. Requiere que la producción se asemeje a la de un modelo de fábrica, con escalas y velocidades operativas que difieren bastante de la perforación y exploración convencional. Esto significa que el personal existente requerirá nueva capacitación para poder trabajar en producción no convencional. Incluso con la nueva capacitación del personal disponible en la actualidad, es posible que la mano de obra calificada no alcance para la nueva inversión en no convencionales. También resultará clave realizar negociaciones eficaces con los gremios, debido a que la economía de la producción no convencional tiende a ser favorecida por regímenes de trabajo más intensos de 24 horas los 7 días para garantizar la máxima utilización de los equipos de perforación por parte de las operaciones.
La creación de la nueva infraestructura y la instalación de los equipos necesarios para alcanzar la escala requerida de producción no convencional constituyen un emprendimiento enorme. Cientos de viajes de camiones están involucrados en la perforación, fractura y el aprovechamiento de un solo pozo. Solamente en el año 2013, el total de viajes de camiones necesarios para toda la actividad actual sería igual a más de 300 viajes de ida y vuelta desde Londres a Nueva York.
Sin embargo, mientras que estos desafíos son importantes, existe también una cantidad de factores importantes a favor de la Argentina. Las formaciones geológicas se prestan a las perforaciones verticales en lugar de las técnicas horizontales -más complejas y costosas- que se utilizan en gran medida en los Estados Unidos. La Argentina cuenta con una de las redes de distribución de petróleo y gas más extensas de América Latina. El suministro de agua que resulta fundamental para la producción no convencional es adecuado y, por lo general, las redes de transporte están establecidas correctamente.
En general, debido a que el gobierno busca facilitar la inversión y gracias a la perspectiva de enormes reservas, las señales resultan muy promisorias. Los inversores tempranos se posicionarán para asegurarse las mejores oportunidades. Sin dudas, la curva de aprendizaje será muy cerrada, y los desarrollos no resultarán sencillos. Pero aquellas empresas que estén preparadas para invertir hoy en el potencial de no convencional de la Argentina seguramente gozarán de los mayores beneficios.
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