Las razones del BCRA para no subir la tasa aun con el dólar a $ 110

El coronavirus puso en jaque a los sistemas de salud y a la economía mundial. Nadie parece estar a salvo de los efectos de esta pandemia que ya mató a más de 126 mil personas, infectó a cerca de dos millones y aniquiló mercados, empleos y riquezas con un verdadero efecto dominó.

En ese marco, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que la economía de la Argentina caerá 5,7% este año porque el escenario recesivo se profundizará. El organismo multilateral también pronosticó que el mundo se enfrenta "al peor derrumbe desde el crack de 1929".

No hay un solo número que hoy ayude al optimismo económico en un país que venía golpeado sobremanera por la crisis de los últimos años, donde la Argentina a pesar de recibir el préstamo más grande que en su historia otorgó el FMI, terminó 2019 con un peso devaluado luego de las elecciones primarias de agosto, con más desempleo, más pobreza y más indigencia.

El hasta ahora componedor gobierno de Alberto Fernández no es que no da en la tecla con la economía. El coronavirus lo tiene encapsulado en proteger la salud para que los contagiados y los muertos sean los menos posible. "La economía tendrá que esperar", piensa el Presidente.

El problema es que mientras la pandemia siembra terror día a día, la economía cruje. El dólar es un ejemplo. El tipo de cambio oficial tiene un valor muy inferior al dólar que se mueve a la hora de buscar una inversión. Esta semana los dólares financieros, tanto el contado con liquidación, también conocido en la jerga como dólar fuga, como el dólar del Mercado Electrónico de Pagos (MEP) o dólar bolsa, primero pasaron la barrera de los $ 100 y un día más tarde cotizaron por encima de los $ 110. Esta disparada, no es que no preocupa en el sistema financiero, pero está claro que el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, no se va a mover de la línea que marca la Casa Rosada y los ministerios de Economía y de Desarrollo Productivo.

Por eso, no es de esperar que al desarme de posiciones en letras del Estado se lo incentive con una tasa mayor para secar la plaza. Ese dinero, que tampoco se coloca en plazos fijos por las tasas negativas que ofrecen los bancos, se vuelca por estas horas a los dólares alternativos legales (el MEP o el contado con liqui) que además, no tienen límite de compra.

El desafío del Gobierno no sólo pasa por controlar que el sistema de salud no se desborde. Es que la pandemia le genera a la Argentina una crisis económica que se suma a la que ya arrastraba. Alberto Fernández lo sabe. No secar la plaza es un riesgo, pero secarla, en este contexto puede ser mucho peor. Los dos caminos al mismo tiempo no se pueden elegir. Lamentablemente, las armas no son muchas ni muy potentes.

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