La sociedad debe sacarse de encima ala corrupción con la justicia y con el voto

Si hay algo que quedó a la vista con la difusión de nuevas evidencias de corrupción en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, es que la política tiene que sanearse. De una vez por todas. Es una deuda que tiene con la sociedad, a la que pide representar pero sin interpelar su propio estatus moral. Se recuperó la democracia, pero todavía perdura cierta hacia los que actúan para beneficio propio. "Roban pero hacen" se transformó en un escudo con el que se pretendió defender buenas causas. Pero nada puede justificar el robo. Menos aún cuando se lo hace desde el Estado.

Ningún país, probablemente, está libre de este flagelo. Pero algunos al menos han sabido construir un sistema de normas en los que la línea divisoria es clara. Y cuando alguien cruza la raya, una institución lo sanciona. En algunos casos es la Justicia, en otros los ciudadanos con el voto.

El escándalo de los cuadernos volvió a convertir a la Argentina en noticia internacional. El puntilloso testimonio de un remisero, que dejó una minuciosa constancia del reparto de bolsos con dinero que salían de un grupo de empresas y terminaban en manos de las más altas autoridades del gobierno anterior, abochornó a una sociedad que solo aspira a considerarse a sí misma como normal.

La novedad disparó innumerables lecturas políticas, sobre los momentos en que se hizo la revelación y sobre eventuales ganadores y perdedores. Pero eso es circunstancial: lo que no puede ser puesto bajo discusión son los hechos. Los ciudadanos tienen que interpelar a sus dirigentes, y también a su clase empresaria, que ha tolerado esta tradición como si fuese una práctica imposible de desterrar, no solo en la Argentina sino en otras latitudes. El Lavajato es la prueba más viva de que la tolerancia social hacia este modelo lo transformó en un éxito regional.

Transparencia, reglas claras, rendición de cuentas, responsabilidad penal agravada, sanción para los empresarios, tienen que ser la llave de un cambio que nos permita dejar atrás este pasado.

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