La estabilidad del dólar hace sonreír al presidente Macri

El viernes, al cierre de las operaciones en mercados, el equipo económico festejaba la quinta semana con el dólar estabilizado. Una menos. Restan ahora diez semanas más para las PASO y luego, otras once hasta las presidenciales del 27 de octubre. El dólar incide en las encuestas y éstas en el ánimo del propio Mauricio Macri. El Presidente se siente triunfador y lo traslada a sus ministros. Volvió a pleno con los llamados a cualquier momento a los integrantes de su gabinete. Pero hay un maratón por delante. Mayo traerá una inflación en torno al 3,1%. Ya por informes semanales del Indec es seguro que se ubicará por debajo del 3,4% de abril. Así como consultoras privados subestimaron la menor inflacion del mes pasado, en esta ocasión podrían estar sobrestimando un descenso. El hot sale operado en mayo impacta en las mediciones de consultoras de los precios por internet a lo largo del mes. Junio mostraría una inflación cercana al 2,5% (impacta última cuota de aumento de gas) y en julio el número estaría más cerca del 2% que del 3%.

Lo que realmente importa en lo económico con relación a las Paso y luego a las presidenciales es la evolución del salario real. Que el incremento de salarios mes a mes le gane a la inflación. Mayo fue el primer mes en el que se observó una diferencia importante, siempre para los cálculos oficiales. El 3,1% de inflación se compararía con el 5% de suba salarial por impacto de nuevas paritarias, décimas más, décimas menos. El salario real es más relevante en cuanto a impacto que el "Ahora 12" recientemente remixado por el ministro Dante Sica. "Un punto de salario real representa $ 90.000 millones ; el Ahora 12 son $ 20.000 millones", señaló a El Cronista un integrante del equipo económico. Por ello, la obsesión por la evolución de salarios y precios en el Gobierno. Igualmente no hay posibilidad de milagros en ese sentido a la luz de la cercanía de los comicios: la economía, aun tachando semanas tras semanas con la estabilidad cambiaria, sólo será una brisa para el electorado. Pudo ser peor, una tormenta, de no mediar el llamado a Donald Trump y luego la luz verde del FMI para usar reservas y vender dólares sin importar bandas de flotación o "Zonas de No Intervención".

No hay grandes anuncios económicos por venir apuntando a las elecciones. Los créditos ANSeS y el "Ahora 12" ya están operativos. Dejarán que la economía hable a través del Indec. Mayo tendrá un superávit comercial mayor a los u$s 1600 millones con exportaciones creciendo 25% en cantidades. Hacienda informará en dos semanas un nuevo superávit primario acumulando cincomeses en positivo. Música para las oídos del FMI e inversores. Pero la actividad económica será una brisa igualmente. El empleo en marzo siguió en baja. El lamento en el Gobierno es que, sin la posibilidad de un gobierno kirchnerista a la vista, la economía "estaría creciendo al 5%". Por ello la importancia de las PASO del 11 de agosto dado que, en función de su resultado, al día siguiente pueden generar el día o la noche en materia financiera. Y las once semanas que restarán hasta las presidenciales del 27 de octubre pueden transformarse en minutos o una eternidad para la mesa de dinero del BCRA.

La política y la economía se retroalimentan. El kichnerismo y el Gobierno disputan una batalla en varios frentes: elección nacional, medios, justicia. La provincia de Buenos Aires puntualmente es un capítulo importante. Hoy el Gobierno está 600.000 votos abajo en ese distrito. Tienen que lograr que cada semana 15.000 votantes cambien de opinión. Son 2150 por día. La economía sólo no alcanzará. Acá la fecha clave es el próximo miércoles 12, fin del plazo para solicitar reconocimiento de alianzas transitorias y confederaciones para participar en los comicios. Las negociaciones van con Sergio Massa pero también con Juan Manuel Urtubey. El salteño es clave para restar algunos votos en PBA para la fórmula de Kicillof-Magario. Su campaña en PBA será impulsada por el Gobierno como si fuera la de la propia María Eugenia Vidal. La lista bonaerense de Urtubey, poco importa quien sea su candidato a gobernador, además, buscará seducir a intendentes heridos por la designación de Kicillof por parte de Cristina Kirchner. Concretamente a Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Fernando Gray (Esteban Echeverría). Les dará lista en blanco para que llenen con sus propios candidatos para diputados o senadores provinciales. Las rispideces con La Cámpora pueden sobrevenir en estos días con el armado de las listas para los legisladores provinciales y para los integrantes de los Concejos Deliberantes en municipios. Allí apuntará el Gobierno a pescar a los heridos.

El frente gremial aparenta estar sedado. Tras el paro del martes 28, a las pocas horas las obras sociales sindicales recibieron $ 500 millones. Si se lo hubiera hecho antes, el paro quizás no hubiera existido. Sica es más lento que Triaca. A poco del cierre de listas, la preocupación gremial pasa más por colarse en el armado de las candidaturas que por lo social.

El frente internacional puede complicar la estabilidad cambiaria. Al menos el viernes, el dólar se mantuvo a salvo de las esquirlas que llegan por la guerra comercial de Trump contra China, México y los países que sume el presidente de los EE.UU. desde su cuenta de Twitter. No pasó lo mismo con el riesgo país, con caída en el precio de los bonos por el "efecto Massa" y su acercamiento al kirchnerismo.

Nicolás Dujovne parte este jueves a Japón a la cumbre de ministros del G20. No estará presente en la primera visita que hará al país Jair Bolsonaro, quien arribará este mismo jueves. La presencia del mandatario brasileño se hará sentir con nuevos mensajes contra el eventual retorno del kirchnerismo al poder. Vendrán esos mensajes de alguien que alejó a los socios kirchneristas en el Mercosur pero de alguien que también lucha por reactivar la economía de su país. La reforma previsional que busca aprobar es la clave para generar confianza en su gestión. Brasil no alteraría la estabilidad cambiaria de Argentina. Las embestidas de Donald Trump y las réplicas de China sí pueden hacerlo. Restan 10 semanas hasta las PASO. Demasiado para una economía vulnerable. Se entiende el festejo ante cada semana que pasa.

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