Instituciones y leyes del deporte

Analizar, pensar y proyectar políticas públicas deportivas debería implicar a sus diversas dimensiones y actores, particularmente en la historia reciente en la que, como suele ocurrir, se condensan algunas nuevas -y otras no tanto- situaciones y escenarios.

En una entrevista de tiempo atrás Gerardo Werthein, titular del Comité Olímpico Argentino (COA), analizando las perspectivas de entonces del deporte de cara a los Juegos Olímpicos de Río 2016, realizaba interesantes comentarios. Allí destacó las políticas del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) creado en el año 2009 como responsable del financiamiento y la política estratégica del deporte de alto rendimiento, expresando cuáles son algunas de las necesidades y carencias que el mismo requiere saldar: obra social y seguro médico para los deportistas ampliando la base de beneficiarios del seguro de salud, la construcción de "un ENARD de interior" y un plan de desarrollo federal del deporte, entre otras.

Al respecto, resulta importante destacar que se trata en todos los casos, de cuestiones que fueron (al igual que muchas otras, como la democratización de las instituciones deportivas, el empoderamiento de la mujer en el deporte o la implementación de la Asignación Universal por Hijo en el Deporte) discutidas e incorporadas en 2014 y 2015 durante el tratamiento y sanción de la ley 27.201 de creación del ENADED (Ente Nacional de Desarrollo Deportivo) y la ley 27.202, actualización de la Ley del Deporte, de autoría del diputado nacional Mauricio Gómez Bull y otros.

La ley 27.201 dispuso todas las condiciones necesarias para desarrollar el deporte con un sentido federal, así como en la ley 27.202 se reconocieron las nuevas y diversas expresiones deportivas, se organizó nuestro sistema deportivo federativo y se otorgaron espacios representativos a deportistas, directores técnicos y árbitros.

Pero ninguna de ambas ha sido puesta aún en funcionamiento pese a las expresiones del Jefe de Gabinete de Ministros Marcos Peña reconociendo su vigencia en el Congreso de la Nación, lo que sería vital no sólo por imperativo legal, sino para asegurar un camino estratégico de desarrollo para el deporte nacional en todos sus aspectos y con todos sus protagonistas participando.

Así como el Comité Olímpico Argentino representa al deporte olímpico, la Confederación Argentina de Deportes (CAD) incluye en su seno a la totalidad de los deportes organizados y reconocidos en nuestro país. Ambas entidades fueron fundadas en la década del 20 del siglo pasado y se constituyeron en verdaderos actores institucionales del deporte nacional.

LA CAD reformó sus estatutos en los últimos años adecuándolos a parámetros de mayor inclusión y amplitud, pero focalizada también en el deporte como industria frente a las corporaciones en (y del) deporte, y tiene próximamente un acto eleccionario que la puede colocar en el camino de constituirse en lo que otrora fue: una institución vital para un deporte que ensanche su base social, de la mano de una política pública que, por decisión de Estado, así lo fomente.

*Autor en coautoría con Verónica Moreira del libro
"Clubes argentinos. Debates sobre un modelo", UNSAM edita, Buenos Aires, 2017

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