Impuesto de Ganancias a las personas frente al Congreso

El Gobierno dispuso una reducción del impuesto a las ganancias para las personas humanas. Los principales beneficiarios son los empleados en relación de dependencia, a pesar que para muchos tiene gusto a poco y en especial cuando lleguen los aumentos dispuestos por paritarias.

¿Que hubiera pasado sin ajuste a esta deducción? Este tributo debe ser el principal integrante en la recaudación genuina para hacer frente a los servicios públicos indispensables.

Debemos recordar que el famoso Mínimo es un monto presunto que debiera alcanzar para sostener una vida digna, afrontando gastos de vivienda, educación, transporte, alimentación, esparcimiento y cultura.

Claro está que los importes fijados incluso por esposa, hijos y otras cargas resulta insuficiente. Un casado con 2 hijos por encima de $ 25.300 de sueldo de bolsillo comenzara a tributar, y si su retribución alcanza los $ 50.000 por mes a partir de allí se le aplica el 35% al igual que un gerente general de una gran empresa.

Aquellas retenciones realizadas en enero, depositadas a las arcas fiscales, ahora deben ser devueltas por los empleadores, con el consiguiente perjuicio financiero que permanecerá hasta el momento que pueda ser compensado dicho crédito.

Por su parte, los autónomos registrados en ganancias siguen siendo los grandes perjudicados, su discriminación es manifiestamente inadmisible. Un soltero tiene una deducción de $ 7000 frente a $ 18.800 para un dependiente.

Esa inequidad se presenta también para las empresas unipersonales, comerciales, industriales, de servicios u agropecuarios. Es indispensable resolverlo de inmediato.

De estricta justicia fue desarmar el disparate de categorizar a los contribuyentes -entre aportantes o no -según fuera su retribución en el segundo semestre del 2013 por encima o por debajo de $ 15.000. La condición de capacidad contributiva debe siempre medirse al momento o en el periodo de liquidación del impuesto.

Con las nuevas normas, aquellos que estaban excluidos comenzaran a pagar, pero como no están acostumbrados, se les permitió abonar lo retenido por enero y febrero 2016 en 10 cuotas.

Entre las asignaturas pendientes que deberá resolver el Congreso están:

- a) Actualizar en forma automática -por un índice mida la inflación real - tanto los valores fijados por mínimos y cargas, como deducciones de intereses hipotecarios de vivienda única, seguros de sepelio y otros. Carrió propone -lo que veo acertado- permitir computar los pagos de alquileres de vivienda con un tope, como fue antaño.

- b) Proponer ajustar por la inflación la tabla determinativa del impuesto, -que no es la mentada tablita de Machinea-, y así lograr darle la progresividad que ha perdido este impuesto.

- c) Dejar en un pie de igualdad a los autónomos con los dependientes y ajustar la tabla para aplicar las retenciones a los honorarios profesionales.

Las propuestas deberán ser prudentes para no afectar fuertemente las arcas fiscales, aunque seguramente los contribuyentes volcarán su ahorro en más consumo produciendo un círculo virtuoso al recuperase así gran parte de la recaudación resignada.

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