Expectativas para la industria textil

La industria textil entiende que la competitividad no es un concepto estático, es decir, que existen cambios que pueden realizarse para mejorar la rentabilidad y la eficacia de la cadena productiva. El cambio de gobierno implica una buena oportunidad para que las medidas económicas sean tomadas de forma equilibrada y de esa forma la producción nacional y las importaciones puedan coexistir sin perjuicios.

En este sentido, poseemos gran expectativa y nos referimos a la administración del comercio internacional que es en definitiva la que permite el ingreso al país de cierta cantidad de productos así como aquellos que no se producen en el territorio generando al mismo tiempo un balance positivo.

La apertura de la economía se sostiene también cuando se comprende el círculo virtuoso que existe entre la continuidad laboral, la demanda y por consiguiente la oferta. De allí la importancia de que se den las pautas macroeconómicas para que los miembros del sector textil posean un vasto conocimiento de sus posibilidades, costos y beneficios a la hora de elegir llevar a cabo una inversión de mediano o largo plazo.

Durante el período enero-agosto 2015 la actividad de la cadena de valor de la agro industria textil y confecciones presentó una reducción de 8,3% respecto al mismo período del año anterior, registrando el mes de agosto una caída de 7,3% en forma interanual. En la actualidad, se está evidenciando que la actividad interanual del sector textil disminuyó entre un 20% y un 30%. La baja se evidencia en el mostrador lo cual repercute en el nivel de actividad de todo el sector.

Sin embargo, la reducción del consumo no se traduce en una invasión de indumentaria importada como tampoco un congelamiento del negocio. Existen movimientos positivos tal como el incremento de las ventas online en un 81,7% con respecto a 2014. Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) hubo ventas por 2.743 millones de pesos, lo que representa un alza con respecto a 2014. De esta manera el rubro textil consiguió una participación del 4% sobre el 100% de las ventas.

También existe un gran interés en la conformación de micro emprendimientos de pymes que ponen en juego sus capacidades y despliegan proyectos económicamente sustentables con buenas posibilidades de evolución en el tiempo. Al respecto, según las últimas estadísticas en 2014 el mercado de indumentaria con diseño de autor aumentó un 17% respecto a 2012 y alcanzó una facturación de $ 728 millones. De esta forma, entendemos que con pequeños paso se puede seguir avanzando.

El crecimiento de la industria textil se mide temporada a temporada por lo que resulta muy precoz otorgar un pronóstico sobre cómo se desarrollará el año que, estimamos, se enfocará en sostener el trabajo para incrementar la fuerza y luego avanzar en cada uno de los objetivos de la industria, tales como promover la actividad textil y realizar una mejora permanente de la competitividad.

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