Empresas B: una nueva manera de hacer negocios

Este tipo de compañías operan bajo altos estándares sociales, ambientales, de transparencia y modifican los estatutos para la toma de decisiones considerando no sólo los intereses financieros de sus accionistas, sino también la de los colaboradores, clientes, proveedores

Por Adrián Barreto, gerente de Comunicación Corporativa, Sustentabilidad y Desarrollo de Personas de GIRE

Estoy convencido de que estamos ante un cambio de paradigma que nos interpela e invita a tomar postura, y a comprometernos como ciudadanos del mundo, desde nuestros lugares de acción y posibilidad para aportar a la sustentabilidad del planeta y por ende del ser humano.

Como parte de este movimiento de cambio y en el ámbito de las organizaciones están las Empresas B que buscan redefinir la manera de hacer negocios utilizando el poder del mercado para dar soluciones a problemas e inequidades económicas, sociales y ambientales.

En este sentido hace unos meses la organización en la que trabajo ha obtenido la certificación como Empresa B (ó B Corporation), luego de un exhaustivo y estricto proceso de auditoría. Al mencionar proceso, no puedo evitar hacer un paralelismo con un transitar, un caminar, con evolucionar. Cuando comparto que trabajo en ésta empresa desde hace 22 años, a continuación necesito argumentar que elijo seguir estando porque nunca viví la misma empresa, ni tampoco viví a mí mismo yo.

Creo en los caminos cuando puedo ser parte de delinearlos para construir mapas y territorios de acciones que llegan a destinos de impacto transformacional para personas, comunidades y negocio. Uno de estos caminos es haber sido parte activa de la obtención de la certificación B. Se trata de conjugar propósito personal con el organizacional, es convicción, coherencia y resiliencia para inspirar y sumar al gobierno corporativo a que las decisiones se tamicen desde la agenda de triple impacto.

Las Empresas B operan bajo altos estándares sociales, ambientales, de transparencia y modifican los estatutos para la toma de decisiones considerando no sólo los intereses financieros de sus accionistas, sino también la de los colaboradores, clientes, proveedores, la comunidad en la que desarrollan sus actividades y el medio ambiente.

Es tan importante tener un propósito empresarial, como lo es tener un propósito personal y de vida, poder responder la pregunta "¿para qué hacemos lo que hacemos?" determina mejor asertividad en la elección de los caminos.

Así en las empresas B los rendimientos económicos pasan a ser indispensable para lograr sus objetivos, pero no como su razón de ser única. El éxito pasa por cómo su modelo de negocios integra los beneficios económicos y financieros con el impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Necesario también es que un proceso de transformación cultural organizacional facilite, inspire y genere aprendizajes sobre el abordaje de la agenda B para ir con fortaleza hacia una cultura empresarial a favor de la sustentabilidad.

Ser B no significa ser perfectos, pero si nos hace parte de una comunidad de empresas que cada vez con mayor fuerza e intención nos comprometemos con el presente y el futuro que nos impulsa a la acción e ir a los hechos, reconociendo el rol que tenemos en la sociedad, no para ser las mejores empresas, sino para ser las mejores empresas para el mundo.

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