El nuevo calendario internacional inicia el 20 de enero

El 2017 será un año de gran actividad diplomática. Las expectativas en política internacional, comercio y finanzas son grandes y urgentes. El primer encuentro del Presidente electo Donald Trump con un aliado tradicional ha sido con el Primer Ministro de Japón el 17 de noviembre en Nueva York, en particular por las severas críticas durante la campaña electoral, tanto en temas comerciales como de seguridad al sugerir la posibilidad del abandono del paraguas nuclear norteamericano.

Sin embargo, el calendario internacional espera la asunción de Donald Trump el próximo 20 de enero. El año parecería empezar en ese momento. Entre marzo y julio tendrán lugar una variedad de Cumbres de Jefes de Estado o Gobierno que probablemente tendrán como epicentro temático reacciones a los lineamientos que vaya imprimiendo la nueva época que se inicia en Estados Unidos. El pulso inicial se sentirá en Davos en enero.

Italia será sede, en Sicilia, de la Cumbre de los G-7. China, de los BRICS. En Hamburgo se reunirá el G-20. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebrará una sesión extraordinaria en Bruselas. Los países de la Alianza del Pacífico se reunirán a nivel presidencial en Cali. El Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC) en Hanoi y los Presidentes del ASEAN lo harán en Filipinas para celebrar el medio siglo de su establecimiento y tendrá como invitado especial, entre otros, al Presidente de Estados Unidos.

La lista de encuentros es solo indicativa de algunas reuniones que, en el primer semestre del año, obligadamente sentarán en la misma mesa a los principales actores de la realidad económica y política internacional que incluye en particular al nuevo ocupante de la Casa Blanca. Es evidente que todo Jefe de Estado del mundo querrá tener un minuto con Donald Trump. La Unión Europea ya lo ha invitado a Bruselas "lo antes posible".

Lo que genera más expectativa son los eventuales encuentros bilaterales entre Donald Trump y los líderes de Rusia, Vladimir Putin, y China, Xi Jinping. Un universo de cuestiones centrales depende de esos diálogos, en particular las características de la nueva era. Nadie se sorprendería que alguna de esas reuniones tenga lugar antes de la inauguración.

A nivel de cancilleres la actividad será más intensa. La designación del nuevo Secretario de Estado norteamericano es esperada con interés por todas las regiones del mundo. De allí en más la liturgia diplomática no tendrá descanso. La asunción del nuevo Secretario General de Naciones Unidas, el 1 de enero, marcará otro hito sobre la necesidad obligada de reuniones de distinto tipo.

La agenda internacional, saturada de cuestiones pendientes, necesita de mucha labor de distensión y disuasión. El horóscopo chino (gallo de fuego) advierte sobre esa necesidad al afirmar que la dupla entre el metal (gallo) y el año del fuego va a provocar chispas muy candentes. Es de esperar que el 2017, con el cúmulo de reuniones programadas, sea tiempo de diplomacia.

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