El mercado no espera que el BCRA tome más riesgos antes de las PASO

En el mercado financiero no desapareció la cautela. El Banco Central adoptó un relajamiento monetario en julio, mes en el que la economía se nutre con los pesos del aguinaldo, pero reiteró que volverá a su habitual tarea de absorber pesos en agosto, el mes en el que se realizarán las PASO. Demuestra que el Gobierno no quiere arriesgar por un eventual beneficio de corto plazo, ya que el resultado de las primarias será muy difícil de alterar, y prefiere llegar con el mercado cambiario y monetario controlado al escenario de octubre, el momento de la pelea final.

La baja de los encajes que dispuso el BCRA liberará $ 45.000 millones que serán absorbidos a partir de agosto. En paralelo bajó el piso de la tasa de interés a 58%, pero con la idea de que haya un deslizamiento suave y no abrupto. Para el mercado, no obstante, la tasa sigue siendo muy positiva frente al sendero descendente de la inflación, que algunos economistas se animan a ubicar más cerca de 40% anual que de 45%. Esa es la verdadera razón de que el dólar continúe en baja, ya que la oferta de divisas de los agroexportadores empezó a declinar. Lo que hay son inversores que están aprovechando para tomar posiciones en pesos, con el objetivo de hacer una diferencia garantizada.

El propio Palacio de Hacienda aprovechó para cambiar efectivo. Como hizo semanas atrás, le giró u$s 800 millones al Central, un excedente que le causa la operatoria de los que entran a la licitación de letras en moneda dura. Con esos pesos paga gasto corriente y expande la base monetaria, pero cuenta con el compromiso del BCRA de que apenas pueda emitirá las Leliq necesarias para retirar esa liquidez.

La inflación de junio puede rondar 2,5%, según los números de Elypsis. Y con ese handicap, la Casa Rosada tratará de explotar un poco más el clima de calma cambiaria que tan buen rédito (tanto en imagen del Presidente como en una mejor intención de voto) les dio en junio, a caballo del efecto Pichetto. Con Cristina Kirchner en Cuba durante los próximos diez días, es poco probable que se mueva el avispero electoral. Alberto Fernández sigue tratando de amalgamar voluntades dentro del peronismo, y Juntos por el Cambio no deja obra sin retratar o inaugurar por funcionarios y candidatos.

El acuerdo entre la UE y el Mercosur, si bien genera reacciones divididas, también le permitirá a Macri retomar el clima de gestión exitosa que logró durante la cumbre del G20 en Buenos Aires. Los empresarios podrán discutir la letra chica, pero es muy poco probable que se defiendan la idea de una economía cerrada, como surge desde varios sectores de la oposición. El Presidente cree que podría tener una nueva dosis de comprensión de parte del FMI para el tramo final de la campaña. Sabe que aprobará el examen fiscal, pero algo más de oxígeno en el tercer trimestre sería óptimo.

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