El marketing político y el estilo CEO le dejan su lugar a la economía más dura

Poco a poco, la autocrítica que el Presidente asumió en público esta empezando a decantar en decisiones. La primera evidencia fue el respaldo que transmitió ese día para Federico Sturzenegger, el titular del BCRA, quien venía golpeado por los cuestionamientos internos que le valió la forma en la que comenzó a enfrentar la crisis cambiaria. Después de dar por superado el supermartes (la jornada en la que vencían $ 617.000 millones de Lebac) Mauricio Macri le devolvió el poder de definir la política para combatir la inflación.

Eso significa que será el organismo monetario el que resolverá por cuánto tiempo sostener la tasa de interés en 40%, y hasta dónde bajarla si la economía real lo demanda. La segunda resolución fue ampliar la conformación de la mesa política, para poder sumar el consejo del socio más lúcido de Cambiemos, el radical Ernesto Sanz, y de dos de sus espadas más diestras, Emilio Monzó (recuperado tras su conato de renuncia) y Rogelio Frigerio, el ministro que más cuida la relación con el peronismo para mantener la gobernabilidad. La tercera fue elegir a Nicolás Dujovne como coordinador del gabinete económico.

Estas decisiones muestran a Macri más cerca de una mirada ortodoxa de la economía (es lo que representa Sturzenegger), menos dependiente de su jefe de Gabinete y más concentrado en encontrar una fórmula que achique los errores. En la Casa Rosada aseguran que el cambio no es un menoscabo para Marcos Peña. No se asegura lo mismo de Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. El Presidente nunca va a tener un superministro de Economía, pero entendió el mensaje.

Algunos creen que con Dujovne no alcanza, pero su rol no estará tan enfocado en reconstruir el relato buena onda sino en suturar las debilidades de la macroeconomía. El titular de Hacienda será el negociador del acuerdo con el Fondo, y al mismo tiempo, el responsable de que todas las áreas del gobierno lo cumplan. Por primera vez, la visión técnica estará por encima del marketing político y de la lógica estilo CEO. Ahora hay que hacerlo funcionar.

Temas relacionados
Más noticias de fondo
Noticias de tu interés