El impacto de la tecnología en el costo del Compliance

Para la mayoría de las corporaciones e instituciones financieras, seguir cumpliendo con la infinidad de reglas y regulaciones tanto locales como globales es un requisito para hacer negocios. En este sentido, el Cumplimiento o Compliance, constituye un elemento central del quehacer de las empresas y sin duda un factor a gestionar por sus gobiernos corporativos.

La 8ª edición de la Encuesta Cost of Compliance 2017 de Thomson Reuters, que consultó a más de 900 profesionales en todo el mundo, reveló los principales desafíos y perspectivas en relación al tema. Uno de los hallazgos más llamativos revela que un tercio de las empresas en general (33%) y casi la mitad (48%) de las G-SIFI (instituciones financieras sistémicas importantes) esperan más involucramiento con soluciones de FinTech y RegTech en el próximo año. El 2017 está emergiendo como un punto de pivote para el costo del Compliance.

Un poco más de la mitad (53%) de las empresas esperan que su presupuesto total de Compliance sea ligeramente o significativamente más alto durante los próximos 12 meses. Está claro que las empresas siguen invirtiendo en Compliance, pero están surgiendo señales de que la financiación para las actividades de cumplimiento han alcanzado un pico.

Gran parte del gasto regular será con personal calificado: un 42% espera que sus equipos de Compliance crezcan este año. Un desafío constante para las empresas ha sido la falta de buenas habilidades de Compliance en el mercado, lo cual ha impulsado los costos de los altos funcionarios de cumplimiento. El 60% de las empresas esperan que el costo del personal de Compliance de alto nivel aumente.

Hubo una reducción en el número de empresas que pasan más de un día entero a la semana rastreando y analizando el cambio regulatorio, de más de un tercio (35%) en 2016 a 26% en 2017. Esto puede reflejar el aumento de la eficiencia y el uso de tecnología.

La subcontratación sigue siendo un camino muy opuesto para las empresas, con un 28% optando por externalizar parte o la totalidad de su funcionalidad de Compliance (25% en 2016). Consistente con el año anterior, las dos razones principales dadas fueron la falta de habilidades internas de Compliance y la necesidad de una garantía adicional sobre los procesos de compliance.

Los funcionarios de cumplimiento han visto crecer y cambiar sus roles y responsabilidades en la última década. Han resistido la crisis financiera, han visto volúmenes sin precedentes de cambios regulatorios continuos y ahora se espera que manejen la revolución tecnológica que barre el mundo de los servicios financieros en forma de FinTech.

El cumplimiento regulatorio se convirtió en una condición básica para sustentabilidad del negocio, para prevenir y evitar riesgos como los que afectan la reputación de las marcas comerciales. El factor de diferenciación de un profesional de Compliance puede residir en la combinación de las habilidades que ya domina y la necesidad de adoptar nuevas tecnologías. Sin eso, las empresas y profesionales no tendrán los recursos necesarios para prosperar a mediano y largo plazo.

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