El dólar y la imagen del Presidente reflejan el Nodio de la realidad

Ante la crisis, la elección de prioridades gubernamentales va de mal en peor, se nota gran desorientación en el día a día y los errores no forzados se repiten.

La impenitente cabeza reguladora de muchos de quienes hoy manejan el país ha querido convencer a los ciudadanos de que es algo más que necesario la creación de un Observatorio para que un grupo de iluminados los proteja desde el Estado de las noticias falsas o de las interpretaciones maliciosas, sin tomar en cuenta que los principales absurdos y contradicciones de hoy en día surgen de la realidad misma, la que generalmente tiene casi como único emisor al propio Gobierno. Ante la crisis, la elección de prioridades gubernamentales va de mal en peor, se nota gran desorientación en el día a día y los errores no forzados se repiten, incluida la eterna historia en materia fiscal y cambiaria.

En este crítico aspecto de brechas monumentales a las que llevaron los errores propios de diagnóstico, parece que no existe conciencia en el Gobierno de que en cualquier momento puede suceder aquello que siempre ha sucedido y ya parece que se está en esa dinámica: es más que probable que cuando llegue el aluvión se va a llevar puesta a la economía y a sus autoridades. Debido a la experiencia de haber vivido tantas crisis iguales y sin que tenga necesidad de tutela de ningún tipo, la sabia opinión pública le está pasando a diario sus facturas al Presidente y quizás lo hace para que reaccione. Por eso, y no por ninguna otra conspiración que haya que detectar, está cayendo aceleradamente la imagen de Alberto Fernández, mientras el dólar y el riesgo-país no paran de subir.

 

La experiodista que se ha hecho cargo del impresentable Nodio aseguró hace unos días en el Congreso que "las audiencias están en una situación de enorme vulnerabilidad, expuestas a informaciones contradictorias y por eso ha justificado su creación sólo para mandar al frente a quienes las bombardean con desinformación para que, eventualmente, pierdan la esperanza. Ella aseguró también de modo enfático que no se buscará "limitar la libertad de expresión de ningún periodista y que no será algo punitivo, aunque vale mencionar que siempre le quedará a la prensa el auto censurante temor al escrache, triste recuerdo de "6, 7, 8 . Tras su alocución, ha quedado bien en claro que no se tratará de una tarea académica, sino más bien de algo que será llevado a cabo por un comisariato estatal, tarea que, de paso, requerirá la contratación de decenas de personas, quizás muchos "del palo , cuyos sueldos deberán ser sostenidos por los contribuyentes.

Si se observa la palabra "contradictorias hay que concluir que el tiro le ha salido al Gobierno por la culata, ya que la realidad de los sucesos le ha empezado a tirar a la militancia el engendro por la borda. Desde hace unos meses, la verdadera desinformación no surge de la interpretación de los hechos, sino desde la propia emisión de las noticias gubernamentales, ya sea las que salen de la Casa Rosada o las del Instituto Patria. Justamente, en lo que lleva de gobierno, en muchos rubros, el sanitario, el económico, el financiero o el social, el oficialismo en todas sus variantes ha sido el principal impulsor de la venta permanente de gato por liebre, tarea que sistemáticamente desenmascara luego la realidad y que por desconfianza generalizada le resta crédito a cualquier futura política de reparación de daños. Mal que les pese a quienes creen en el Estado-lazarillo y repudian al "mercado , todas esas chapucerías que hacen a la desinformación vienen recibiendo a diario el castigo el voto negativo del público.

En el abordaje de la crisis del Covid-19, casi mueve a la piedad hablar de los tropiezos dialécticos del ministro Ginés González García, plagados de errores o de promesas desde el minuto uno de la pelea contra el coronavirus o del mismísmo triunfalismo presidencial, filminas incluídas. Por supuesto, que la contracara de la crisis sanitaria ha sido el tobogán económico, con suspensiones, despidos y cierres de empresas y la atención de la emergencia con una emisión de pesos incalculables, combustible apropiado para impulsar la huída del peso o su contrapartida de cobertura en una moneda sana. En materia de falta de gestión se puede mencionar la conformación nunca terminada de la Mesa del Hambre o la del Consejo Económico Social o del modo en que se manejó la economía durante más de diez meses, sin ningún plan a la vista y con una lentísima negociación de la deuda, en la que finalmente los bonistas obtuvieron casi lo que habían pedido en el minuto cero.

Esta máquina de dilatar los problemas acaba de explotar con la tardía cucarda que se le ha otorgado al ministro de Economía,  Martín Guzmán, frente al presidente de un Banco Central que se supone que tiene una concepción de la política que no cree en la independencia de la autoridad monetaria, pero que se ha resistido hasta el final a entregar la plaza. Otra pieza para el descrédito la acaba de proporcionar el mismísimo Guzmán en el Coloquio de IDEA, cuando se le preguntó por el monto de las Reservas Netas: "ehhhh... no puedo... , dijo y no dijo. Le faltó pronunciar el "me quiero ir de su antecesor, Hernán Lorenzino. Y con algo más de piedad hacia el ministro hay que recordar que, en estos días de desconfianza generalizada, el mismísimo Presidente habló de "Incautación y Devaluación , casi como agitando la soga en la casa del ahorcado en medio de retiros de depósitos en dólares. Un contrasentido más en materia económica ha sido la permanente negativa a tener un plan (que ni siquiera el deshilachado Presupuesto expone como se debe) y la evidencia de ver a hora al Gobierno a allanarse a la lógica del FMI, que lo está pidiendo para monitorear el sendero.

En este listado de contrasentidos no se puede dejar de mencionar las cuestiones ideológicas de ataques al sector privado, casi como para impedir que éste sea el motor de la salida de la crisis y para no dejar en evidencia que es hoy el único eslabón con cierto resto para repechar la cuesta, le guste o no le guste a la doctrina regente. El ideario kirchnerista plantea, pese a los dichos del Presidente, muchos reparos hacia el capitalismo, una deriva que no se sabe bien si es propia o si se la copia de la actual gestión vaticana. En esa línea se inscribe el llamado "impuesto a los ricos o el fogonazo que hubo para hacerse de Vicentin.

También están las refriegas de tipo institucional, ya sea los avances sobre el federalismo o sobre la conformación de la Justicia, con episodios que tienen al Senado como motor, ya sea para cambiar el modo de elegir al jefe de los fiscales o para tener la manija en la designación o en la remoción de jueces. Este último aspecto está siendo evaluado por la Corte y no hay pistas sobre hacia dónde se van a inclinar los jueces del Supremo. Lo que es terrible para salud de la República -fruto también de la desconfianza- es que cualquier decisión que se adopte estará llena de suspicacias. La decisión de retirar como querellante de 28 causas que involucran a funcionarios kirchneristas a la Oficina Anticorrupción ha sido la demostración brutal de cómo se puede degradar un gobierno.      

Hay un tema más que es central para ponerle la lupa al proceso de descreimiento, ya que involucra aspectos constitucionales y a la vez cuestiones económicas que derivan del derecho de propiedad y es el caso de las tomas de tierras que no hay quien las frene. O peor, que casi todos se laven las manos haciendo la vista gorda. Los campos de Guernica son la punta del iceberg del Conurbano, pero son cientos los terrenos usurpados en ese territorio. El caso de las tierras del Sur, donde grupos violentos que invocan derechos ancestrales se meten en tierras fiscales, pero también en terrenos particulares. Ni el Estado busca recuperar los terrenos que les pertenecen ni le da protección a los habitantes del lugar. Es verdad que todos estos enredos son cosa de la Justicia, mientras que las fuerzas de seguridad están para proteger o para seguir las instrucciones de los jueces, pero todos se pasan la pelota y las cosas se hacen interminables. Con variadas excusas, muchas de tono ideológico disfrazadas de conciencia social, no hay quien sea capaz de ponerse del lado de la Ley.

El caso más polémico salió a la luz la semana pasada, cuando una hermana del ex ministro de Agricultura del gobierno de Mauricio Macri y ex titular de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, le donó una parte de un campo familiar a una organización social que se dice cercana al kirchnerista Juan Grabois. La familia de Dolores Etchevehere alega que se le había pagado a ella por su parte cuando se realizó la sucesión y que lo pueden probar, por lo que exigen que se vaya de allí ella y los ocupantes. El tema adquirió otro cariz cuando a todos los condimentos políticos se le agregó la injerencia de funcionarias del Gobierno que, manifestándose o quedándose a dormir dentro de la parte del campo tomada, terminaron avalándola. En esta ocasión, también se observan las dilaciones de la Justicia ya que, casi como una celada hacia los Etchevehere reclamantes, el caso lo tiene en sus manos, por ahora, un Juez de Garantías de la zona que ha dicho saber poco y nada de cuestiones constitucionales.    

Todos estos elementos han sido el caldo de cultivo del mal ambiente que se ha sabido ganar un Gobierno que deja en claro a cada paso que, en medio de la catástrofe sanitaria y económica, sus prioridades pasan por la venganza o por asfaltarle el camino judicial a la vicepresidenta. En este sentido, la decepción mayor de la sociedad parece ser que observa que, en un país presidencialista, el bastón de mando hoy no lo sostiene Alberto Fernández. 

En este punto de degradación de la imagen presidencial, hay que remitirse al acto del 17 de octubre que había sido pensado para ayudar a su centralidad, aunque sea dándole la manija del desvencijado PJ. El vaciamiento que le hizo Cristina Fernández a él y a la CGT generó mucho ruido en el corazón del Gobierno, ya que muchos lo consideraron el desaire como un inicio franco de hostilidades, pese a que Máximo Kirchner pasó un rato por el edificio de la calle Azopardo y se retiró. En un par de días, en el décimo aniversario del fallecimiento de Néstor Kirchner quizás se repitan los pasos de este ballet entre el Presidente y su vice, danza que lo único que logra es ponerle más incertidumbre a la cuestión. 

Ya han comenzado algunos ministros a decir que el liderazgo es "de Alberto , lo que implica que no es el de Cristina y desde el Instituto Patria ya no ahorran críticas hacia Fernández. Esta es la mayor de las dificultades para el Presidente: un gobierno bicéfalo donde parece que nadie gobierna, ya que la vicepresidenta atiende sólo el juego que le interesa a ella y no opina siquiera ni de la pandemia ni de la economía, los dos temas más críticos del incendio gubernamental. Suelen decir los periodistas a modo de broma que no sea que "la realidad te arruine un buen título . Pues bien, nada desesperanza más que la realidad ("la única verdad ) y esta realidad que ha sabido construir el propio Gobierno a fuerza de perder el tiempo le ha arruinado el Nodio a los "Iluminatti de siempre.

 

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