El doble rostro del gobierno

El Gobierno muestra dos rostros bien diferentes. Uno es el del consenso, elaborado como una propuesta a la ola populista de arrastre con todo su atropello e injusticia.

Otro es el paquete que reformas que busca el propósito de que todos se pongan de acuerdo, aunque nada de eso sea fácil. La CGT que no está en acción combativa no las ha digerido. Y si no las aprueban los sindicalistas todo quedará con la pata renga. Muchos esperan un debate largo en el Parlamento en lo que resta de 2017 aunque no faltan los que auguran que el tiempo que resta este año no bastará, de ninguna manera. Incluidas en los retoques fiscales algunas empresas como Coca Cola devolverán la pelota y no comprarán productos regionales de los cuales viven algunas provincias.

Varios empresarios han salido a formular buenos pronósticos y comprometerse con ellos. Es el caso, entre algunos, de Luis Pagani, máximo conductor de Arcor quien elogia el plan de reformas del gobierno para corregir distorsiones históricas. Reconoce, empero que todo el cambio llevará tiempo.

En medio de la euforia, Marcos Peña, siempre muy seguro de si mismo, la mano derecha de Macri, aseguró en una entrevista al diario Perfil que el peronismo no sólo el kirchnerismo se irá apagando poco a poco .

Una parte de los economistas, los optimistas, proyectan 3% de crecimiento para fines de diciembre, motorizado sin duda por la mayor movida en el tercer trimestre del año, con un consumo que ha mejorado los indicadores. Son pocos los que esperan que estos números se mantengan, porque varios factores los ajustes en el Banco Central, por ejemplo, uno de ellos detendrán el entusiasmo.

Es tal el clima de esperanza hacia futuro que se ha movido de una manera que no lo hicieron otros. Ha comenzado ha reclutar o a tentar a profesionales jóvenes egresados de las principales universidades del exterior para adentrarlos en el conocimiento de la gestión pública. Por otro lado está dispuesto a pedir asesoramiento y a solicitar ayuda técnica, a los que saben para modificar la estructura del Estado. Curioso. Apenas ingresó en funciones el nuevo gobierno en diciembre de 2015 lo hizo duplicando la dimensión misma del Estado, creando gran cantidad de secretarías y subsecretarías con objetivos que resultaban una incógnita en materia de realizaciones.

La otra cara de la realidad es más crispante, pero hay que tenerla en cuenta. Entre las reformas lanzadas para su tratamiento legislativo, la coparticipación del 100% del impuesto a las Ganancias implicaría una merma considerable en los recursos de la ANSES en la medida que una porción de sus ingresos dependen del 20% del impuesto total a las ganancias. En esa línea serían los jubilados los que financiarían el Fondo del Conurbano y compensarían a las provincias por la pérdida de ingreso con motivo de las modificaciones del gravamen Ingresos Brutos.

El Gobierno intentó compensar semejante bache a través de soluciones distorsivas. Como bien se sabe la ANSES es un agujero negro. Se erigió en prestamista, entre los principales, del gobierno kirchnerista en sus tiempos de faltantes y es un organismo muy sensible en tanto se trata del único fondo que cubre el pago de las jubilaciones. Ese agujero negro no podrá permanecer demasiado tiempo sin recursos girados desde el Estado. Con el tiempo, se ve, hay cada vez menos aportantes en el sistema para cubrir los que trabajaron toda su vida. Si se resolviera el trabajo en negro, casi el 40% de la mano de obra activa otro sería el cantar, otras serían las alternativas.

Paralelamente el Centro de Estudios de la Nueva Economía ( CENE) de la Universidad de Belgrano que dirige Víctor Becker muestra otra realidad de la que poco se habla. Así, en los primeros nueve meses del año se registró un déficit en la balanza comercial de 5200 millones de dólares. En igual período del año pasado, el saldo había sido positivo en 1865 millones de dólares. Para Becker la reversión del resultado se debe a dos factores: la reactivación económica y el ya largo atraso cambiario. Se explica: toda suba en la actividad productiva promueve un incremento de la importaciones. Paralelamente, se evidencia un atraso cambiario que alienta la importación y traba el avance de las exportaciones.

Según opina Becker, el creciente déficit comercial se traduciría en un mayor desbalance de la cuenta corriente que en el primer semestre de 2017 llevó a casi 13.000 millones de dólares. ¿ El gobierno está viendo estas desventajas ? Según el titular del CENE, el daño del sector externo no se ve reflejado en las reservas del Banco Central porque el endeudamiento actual del Tesoro motoriza un ingreso de divisas que van a parar a la entidad monetaria.

La consultora Ecolatina insiste, por su lado, en el peligro del déficit de comercio exterior, que va en aumento. En los primeros nueve meses del año lleva acumulado un rojo de 5200 millones de dólares, por el escaso dinamismo de las exportaciones y el excepcional crecimiento (del 18%) de las importaciones. El origen, repiten los especialistas es el atraso del tipo de cambio.

Las adquisiciones externas de bienes de consumo está 15,3% por encima del 2011 y si se toma automotores la suba es del 13,4%.

Y todavía le queda al Gobierno dar una explicación ante los Paradise Papers donde no se pronunció. El asunto es que están implicados por el momento el ministro de Finanzas, Luis Caputo, por trabajar con fondos offshore, y el Ministro de Energía, Juan José Aranguren.

Hay una campaña internacional que impactará en el encuentro del G20 en Buenos Aires de dura crítica a los paraísos fiscales. Debe recordarse que lo mismo pasó cuando se reunió el G-7, las naciones decisivas en 2010, tras la crisis del 2008. Allí se juramentaron en acabar con esos paraísos que afectan la tenencia de fondos en un país para destinos más dinámicos y transformadores, como la educación.¿Se podrá poner freno?. Es que los paraísos fiscales, guste o no guste, vienen siendo funcionales al sistema capitalista, sin vueltas. Se necesitan ¿cómo se los reemplazará?

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