El destino de Rafecas como juez, atado a viejos resquemores de la clase política

Si con mis fallos sufrí embates del radicalismo, luego del kirchnerismo y ahora del macrismo, será entonces que debo ser un juez independiente". La frase de Daniel Rafecas en una entrevista a NA grafica el escenario adverso que el juez enfrenta en el Consejo de la Magistratura, donde el 7 de diciembre próximo deberá presentarse ante la Comisión de Disciplina y Acusación.

Designado juez en 2004, durante el gobierno de Néstor Kirchner, Rafecas tuvo una tarea destacada en sus primeros años de gestión, principalmente vinculada a su actuación en causas de delitos de lesa humanidad. Pero su carrera tuvo un quiebre en 2012, cuando al frente de la causa Ciccone, por la que hoy está siendo enjuiciado Amado Boudou, intercambió mensajes de Whatsapp con un abogado vinculado a la defensa de José María Núñez Carmona, socio del ex Vice. Fue desplazado del caso, e incluso se le abrió un expediente en Magistratura, luego desestimado.

Instructor de la causa por las presuntas coimas en el Senado, fue quien procesó al ex presidente Fernando De la Rúa, en 2008. Cinco años después, cuando el ex mandatario y el resto de los acusados fueron absueltos por un tribunal federal, todo el radicalismo se volcó en contra de Rafecas. "Se la tienen jurada desde ahí", cuentan fuentes judiciales sobre la actitud que podría tomar el centenario partido en caso de tener que avanzar contra el juez en el Consejo.

Al rechazo de la UCR hacia su figura, además de algún resquemor que guarda el kirchnerismo por el citado caso Ciccone, se le suma la crítica constante del PRO y de todo Cambiemos después de que Rafecas evitara abrir dos veces, tras la muerte de Alberto Nisman, la denuncia que el fiscal inició contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento a Irán al firmar el memorándum de entendimiento por AMIA. Y como plus, se le cuestiona a Rafecas haber dilatado durante casi una década resoluciones en la causa de enriquecimiento ilícito contra José López, el ex secretario de Obras Públicas. El juez activó el caso, y procesó a López, tiempo después de que el ex funcionario fuera detenido tras intentar ocultar casi u$s 9 millones en un monasterio en General Rodríguez.

"Yo decido conforme a las pruebas que me presentan los fiscales y la defensa y actúo conforme a eso, sin importar a quien perjudique", dijo el juez, que añadió que cuando asista a la citación en Magistratura responderá "todas las preguntas que le hagan", en el marco de la acusación por mal desempeño en el mencionado caso AMIA.

Para avanzar hacia un jury a Rafecas, como el que recientemente destituyó al camarista Eduardo Freiler, el Consejo debería reunirse en plenario y lograr 9 sobre 13 votos a favor de la salida del juez. Si bien es prematuro, y algunas autoridades de Magistratura, cambiarán en 2018, no es impensado que se llegue a los dos tercios.

En Comisión, a favor de citar a Rafecas, se expresaron los oficialistas Pablo Tonelli, Gustavo Valdés, Juan Bautista Mahiques y Ángel Rozas, además del académico Jorge Candis y el abogado Miguel Piedecasas. El único que se negó a pedir la declaración del juez fue el magistrado Leónidas Moldes. Será esa comisión del Consejo la que defina por mayoría simple si Rafecas llega a la instancia de plenario, que podría derivar en un posterior jury al magistrado federal.

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