El costo social de la congestión en la Ciudad

A menudo no percibimos cuán importante es el tiempo que empleamos en ir y volver al trabajo, a menos que nos sorprenda algún contratiempo como puede ser el arreglo de una calle, un corte inesperado o un paro de transportes.
Desde hace más de 6 décadas, la población de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires está estancada en los casi 3 millones de habitantes. Sin embargo, la infraestructura vial colapsa cada vez más a menudo.
La creciente congestión tiene un impacto negativo sobre la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad, como la pérdida de tiempo, contaminación del medio ambiente, aumento en el consumo de combustible, entre otras.
Frente a este panorama, y complementando los estudios ya realizados en relación al ndice de Traslado Laboral, el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires (CESBA) realizó un estudio para aproximarse a la medición del costo que implica la congestión en la Ciudad. Desde el CESBA se había llegado a la conclusión de que los porteños pierden en promedio 76 minutos diarios en ir y venir al trabajo; con el presente estudio se buscó cuantificar dicho costo.
El estudio del CESBA se realizó en base a un plan piloto en la línea 61 de colectivos, la que se seleccionó por tener su traza íntegramente en la zona céntrica de la CABA. Se midieron tiempos de viaje y ascenso y descenso de pasajeros en el tramo seleccionado para realizar la investigación.
A continuación, se buscó primeramente asignar al costo del tiempo de viaje un valor medio por hora, que se estableció en un equivalente al 50 % de la renta por hora. Y para monetizarlo se calculó un promedio entre los valores salariales promedios de la administración pública, de los trabajadores registrados del sector privado, y del de los ocupados en sectores informales hacia fines de 2015, de
$ 69,25/hora, con lo que el costo social de la hora del transporte se fijó en $ 35.
El tiempo de recorrido de la línea 61 en el tramo seleccionado, prácticamente a flujo libre, resultó ser de 15 minutos a las 6 de la mañana. Calculando 10 vehículos por hora con un promedio de 12 pasajeros que van a trabajar, el estudio dio que cada unidad pierde por tramo 44 minutos, por lo que el resultado es un tiempo total perdido de 5.280 minutos diarios por tramo, lo que equivale a un costo diario de $ 3080, y un costo anual de
$ 770.000 para esta sola línea.
Suponiendo que todas las líneas de la jurisdicción nacional tienen al menos un tramo en el que se produce una demora como en la línea 61, sería posible estimar que el costo de mínima de la congestión medido para las 138 líneas, asciende a $ 106.260.000. Está más que claro que, en materia de congestión, ese refrán popular que reza que "el tiempo es dinero" se plasma en la vida cotidiana de la Ciudad.
Es importante que la administración porteña, en articulación con el Gobierno Nacional y el Provincial, se involucre en acciones que permitan mejorar las distintas alternativas para viajar y moverse mejor en la Ciudad.
Y que llegar tarde sea una responsabilidad individual y no un problema colectivo.
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