El coronavirus obliga a repensar la solución para el fútbol argentino: los capitales privados

El fútbol argentino tiene hoy una oportunidad. El coronavirus, la crisis económica que indefectiblemente se va acentuar en los próximos meses y el debate que se abrió hace algunas semanas en torno a los salarios de los jugadores, nos obligan a repensar qué sistema tenemos y cuál queremos para el deporte más importante de nuestro país.

Desde hace muchos años la realidad de la enorme mayoría de los clubes argentinos es muy difícil. El funcionamiento está prácticamente roto. Los clubes dependen demasiado de la ayuda de la AFA o de subsidios estatales. Todos los años perdemos jugadores con ligas considerablemente menores a la nuestra.

Y hoy, mientras atravesamos una crisis de la que desconocemos cuáles serán las consecuencias, queda más claro que nunca que las prioridades de un Estado deben ser otras: la salud, la educación, la seguridad. No es lógico que se gasten cifras tan importantes en sostener a equipos de distintas categorías. Llegó la hora de abrirle las puertas, de manera formal, a los capitales privados.

Así funciona en todo el mundo. Por eso, la liga alemana y la liga inglesa son un modelo casi sin fisuras. Porque los clubes son entendidos como enormes compañías de negocio. Y no solo permiten que haya inversiones privadas, sino que además tienen sus estructuras absolutamente profesionalizadas. Generan ingresos, mantienen a sus empleados en blanco, pagan impuestos al fisco.

Desde hace muchos años desde Oller Group sostenemos que los gerenciamientos son la solución que el fútbol argentino necesita. Existen muchos ejemplos de gerenciamientos que han funcionado. Talleres de Córdoba con Fassi, Belgrano con Armando Pérez, Agropecuario con Grobocopatel. Todos han tenido importantes avances institucionales y también deportivos.

Hoy, como siempre en la Argentina, a los golpes y después de una profunda crisis como la que viene, la ola nos pasará por arriba y serán una realidad, porque no queda otra alternativa. Y porque la Argentina deberá sentar prioridades lógicas en un contexto muy complejo.

Tenemos que perder el miedo a la palabra privado en nuestro fútbol. Para aquellos que me respondan, como me vienen respondiendo hace mucho tiempo, que “el club es de los socios , sepan que estoy completamente de acuerdo. Los clubes son de sus socios y sus hinchas. Nosotros, los representantes, los dirigentes, los profesionales de este deporte, lo único que queremos es mejorar un esquema deficitario desde hace demasiado tiempo, para que los socios puedan disfrutar más que nunca.

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