El campo tiene u$s 40.000 millones, pero el Gobierno opta por Grabois y reza por Biden

La hoja de ruta oficial contempla, en la negociación con el FMI, un elemento clave: las elecciones en los Estados Unidos. Biden o Donald Trump, no da lo mismo para Alberto Fernández. En el Gobierno se ilusionan con que un triunfo del candidato demócrata facilitará el apoyo de ese país en el directorio del organismo. Y que tras la asunción del nuevo presidente en enero, y la designación de su secretario del Tesoro, se allanará el camino a un acuerdo con la Argentina en marzo.

Un espejismo. Probablemente Biden no conozca ni siquiera el nombre de quienes gobiernan hoy el país. Así como la ilusión oficial de un "nuevo FMI" con Kristalina Georgieva, se suma la de un "nuevo Estados Unidos" con Joe Biden. ¿Y si gana Donald Trump?

En cualquier escenario, el embajador en Washington Jorge Argüello enfrentará una tarea titánica. Las inconsistencias o desequilibrios macroeconómicos son tan numerosos y variados que no pueden pasar el filtro del staff del organismo. Brecha cambiaria, doble indemnización, prohibición de despidos, control de precios, congelamiento de tarifas, déficit de 4,5% del PBI en 2021, emisión de pesos por el BCRA, crecimiento de la deuda, es todo lo contrario a lo que impulsa el Fondo Monetario Internacional.

Los tiempos son los siguientes: para renegociar la deuda y no caer en default con el Club de París debe haber un acuerdo con el FMI antes de mayo de 2021. Y para evitar caer en default con el propio FMI, debe haber un acuerdo antes de septiembre, cuando operan vencimientos del programa firmado en la gestión macrista. Se requiere de cierta velocidad en las negociaciones, un atributo que precisamente no caracteriza a Martín Guzmán.

La llegada de la misión del FMI en dos semanas cumplirá en paralelo con otro requisito que demoraba en aceptar el Gobierno: la revisión de toda la economía argentina en el marco del artículo IV, tal como se hace con todos los países miembros del FMI. Lo más probable es que el organismo aplique el "wait and see", o sea como el General Alais en Semana Santa de 1987, y deje que los acontecimientos se precipiten en la Argentina y después sí, aparecer para reconstruir la economía.

Mientras tanto, el ministro de Economía, como un "jornalero", vive el "día a día". Hubo oxígeno con la caída del precio del dólar, pero no fue por un súbito amor al peso. La caída de reservas continúa. La semana pasada se perdieron cerca de u$s 1000 millones de reservas brutas del BCRA por retiros de dólares de bancos (disminuyen el total en encajes), caída en el precio del oro, y la intervención en el mercado cambiario oficial. Para disminuir la brecha cambiaria se reflotaron mecanismos utilizados durante el reinado de Guillermo Moreno.

Las certezas de Cristina Kirchner acentuaron las internas dentro de la coalición gobernante. En el Congreso es donde se muestran todas las barajas. El reflejo fue lo sucedido con el impuesto a las Grandes Riquezas promovido por Máximo Kirchner. Curiosamente en el proyecto de Presupuesto 2021 no figura en la estimación de los ingresos impositivos. En el equipo económico quieren incluirlo en la reforma impositiva a presentarse el año próximo. Hace una semana su aprobación estaba prevista con el Presupuesto. Los dos proyectos iban de la mano.

La definición de la nueva fórmula de ajuste de las jubilaciones se deberá tratar en sesiones extraordinarias. Los tiempos no dan para las sesiones que restan y su tratamiento en comisión. ¿Será un diciembre caliente el de 2020, como el de 2017, cuando se debata la fórmula de ajuste de las jubilaciones? No podrá participar en los "debates" en la Plaza del Congreso, el militante del mortero Sebastián Romero, hoy con prisión domiciliaria.

Para hoy está convocada en el Senado la Comisión de Justicia y Asuntos Penales para avanzar en la modificación de la forma de elección del Procurador General de la Nación y la duración de su mandato. El oficialismo utilizó tres proyectos que habían sido presentados por Martín Lousteau y Lucila Crexell para avanzar en la reforma.

A pesar de que ambos senadores los retiraron, Oscar Parrilli dispuso su tratamiento dado que ese pedido de retiro "fue después de la convocatoria a su tratamiento en comisión". Otro milagro argentino: se va a avanzar en un proyecto cuyos autores no quieren que se avance. Cristina Kirchner va por Graciana Peñafort para ese cargo pese a que desde Juntos por el Cambio se intentó la resurrección de Daniel Rafecas, impulsado por Alberto Fernández. Tras la reforma cristinista, el Procurador se elegiría por mayoría simple y por un plazo determinado.

Paradójicamente, los dólares tan ansiados para la Argentina están a la vista si se dan los incentivos adecuados. La soja estuvo coqueteando los u$s 400 con un stock de 26 millones de toneladas en silobolsas, las cajas de seguridad del campo. La cosecha 2021 proyectada por el USDA (el organismo agropecuario de los Estados Unidos) es de 53 millones de toneladas. El total representan cerca de 32 mil millones de dólares.

Basta mirar lo que sucede en países vecinos. Brasil ya vendió todo lo cosechado este año y gran parte de lo que van a producir en 2021. El maíz en 164 dólares por tonelada y una cosecha estimada por el USDA de 50 millones de toneladas es otro ejemplo. Los brasileños ya la están vendiendo y en la Argentina está en zona de definición. Entre soja y maíz, podrían estar disponibles para la Argentina cerca de 40.000 millones de dólares. Ese monto es casi todo el programa de asistencia del FMI a la Argentina durante el macrismo.

Todo esto es lo que hace incomprensible a la Argentina. Los incentivos van más para Grabois que para los productores agropecuarios. Y mientras se reza para un triunfo de Biden mañana en Estados Unidos.

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