El Gobierno siempre supo que los brotes verdes no iban a crecer rápido

Es poco probable que los brotes verdes que tanto esperan ver el Gobierno y las empresas hubiesen mostrado algo más de dinamismo en el arranque del año. Hubo factores que desalentaron la compra de bienes, como ser las ideas y vueltas del plan Precios Transparentes, y el salto inflacionario de los primeros cuatro meses, que duplicó los objetivos con los que trabajaba el Ejecutivo.

Lo que queda claro es que el aumento de tarifas de los servicios públicos aplicado en 2017 tuvo impactos múltiples que restaron fuerza a la recuperación: no solo por su efecto cascada en los precios, sino por haber absorbido cerca de $ 10.000 millones al consumo.

El significado de este cuadro de situación es que el Gobierno sabía desde el vamos que el consumo privado iba a estar deprimido en este período. Por eso no tuvo empacho en acelerar el gasto público todo lo que fuese necesario, para compensar parte de la demanda perdida.

El esfuerzo, sin embargo, fue dispar. La mejora de beneficios sociales volcó más pesos en sectores de ingresos medios y bajos, que además tienen acceso luz, gas y agua con tarifa social. Eso implica que el aumento tarifario pegó más en asalariados y sectores de ingresos medios y medios-altos, población que alteró sus gastos con los efectos ya conocidos.

Hasta el mes de mayo, todavía no se percibía alivio en las grandes cadenas minoristas. Hay un mejor ritmo de compras, pero estiman que su intensidad irá creciendo recién en el segundo semestre.

Lo que el Gobierno vio con satisfacción es que por lo menos hubo un aumento del empleo privado. En los últimos nueve meses la construcción sumó 26.000 empleados, pero la industria recortó 24.000. Lo bueno es que los 15.300 puestos abiertos en marzo equivalen a los acumulados en los ocho meses previos.

El otro dato alentador es que el salario formal creció en promedio en un año 35%, cinco puntos por encima de la inflación anualizada, lo que anticipa un mayor poder de compra. La economía está en la dirección a la que apuntó el Gobierno. La velocidad de la reactivación también.