Debería pagar para volver a crecer

Finalmente luego de tantas idas y vueltas la Corte de EE.UU. no aceptó el caso argentino y, señores y señoras, habrá que pagar. Es decir, volvimos a Griesa, con lo cual ahora se debe decidir cómo pagar y no ya si hay o no que hacerlo. Hay dos formas de ver el fallo de la Corte. El lado malo de la historia: perdimos un juicio y ahora debemos pagar. Pero también está el lado bueno: un tema menos a resolver en el ámbito económico.
En un país que tiende a patear los problemas hacia adelante, que finalmente uno tenga un final, no es mala noticia.

Frentes que se cierran
Lentamente se están cerrando todos los frentes externos. No de la manera ideal, pero es lo que hay. Tampoco tiene mucho sentido suponer otros escenarios.

  • CIADI: Se cerraron varios acuerdos contra la entrega de bonos por u$s 500 millones. Siguen algunos juicios pendientes, pero definitivamente se fue viendo una voluntad del gobierno de ir resolviendo los juicios abiertos con las empresas internacionales.
  • Repsol: se pagaron unos u$s 5.000 millones en bonos, tanto nuevos como ya emitidos. Esto terminó con la retirada definitiva de Repsol de YPF vendiendo su participación dentro de la empresa.
  • Club de Paris: Se llegó a un acuerdo para pagar los u$s 9.700 millones en un plazo de 5 o 7 años con una tasa del 3% y pagos en efectivo.
  • Holdouts: Se terminó resolviendo con un fallo adverso en la Corte Suprema y hay que pagar. Resta ver qué bonos se emiten para pagar la deuda, no sólo de este fondo buitre, sino de los otros juicios que tiene la Argentina abiertos.

Lo cierto es que este breve resumen nos muestra cómo el tema de la deuda ha cerrado sus frentes y es una buena noticia. Son menos temas abiertos con finales inciertos. Es cierto que sí empieza un pequeño problema: Ahora, para volver a crecer, hay que pagar. Pero no es un problema de este gobierno solamente, sino del gobierno que viene y del que viene y del que viene.

Los pasos a seguir El Congreso debería hacerse cargo de la negociación final de la deuda como corresponde y marca la Constitución. No es potestad del Ejecutivo. De hecho, así como el Congreso tuvo que votar la indemnización de Repsol, seguramente deberá aprobar los bonos que usará la Argentina para cumplir el fallo de los tribunales de Nueva York. Lo que se perdió y hay que ganar

¿Qué se perdió con el fallo de la Corte? El sueño de que fácilmente la Argentina podía conseguir dólares en el mercado de capitales internacional. Primero, lo que se debe hacer, es cerrar lo más ordenadamente la forma de pagar y luego ver qué se podrá conseguir.

Es decir, aquellos que apuntaban a que el gobierno iba a conseguir financiar parte de su déficit fiscal con ingresos de deuda externa, deberán repensarlo. No es así, o al menos será mucho menos de lo esperado.
Por lo tanto, la única forma de financiar el creciente déficit que se profundiza a partir de julio de este año continuará siendo más emisión monetaria. Mientras por otro lado para poder mantener lo dólares de las reservas implicará una mayor restricción a las importaciones.

En resumen, un poco más de inflación y un poco más de recesión.

Ahora sí, la política fiscal deberá entrar en la agenda de la política económica y no solamente el ajuste del sector privado. Si se sigue con la política de estimular la demanda interna sin resolver el ingreso de dólares sólo se logrará aumentar la inflación y, por lo tanto, el conflicto social.

El corto plazo

El Gobierno debe confirmar con gestos concretos lo que estuvo haciendo hasta ahora. Es decir, quejarse todo el tiempo de la maldad internacional pero cerrar acuerdos para pagar. Al mejor estilo Néstor Kirchner, no escuchen lo que digo, miren lo que hago.

El Gobierno deberá concentrarse en negociar la mejor forma de pagar. Tiene la ventaja que ya Griessa abrió el paraguas que puede no ser todo en efectivo y dejar como antecedente al resto de los que iniciaron el juicio.
Es momento de no tirar por la borda lo avanzado y aceptar con disgusto el resultado del juicio. Negociar y lograr pagar con bonos que permitan financiar el pago.

El mediano plazo

Hay que tener una política macroeconómica más consistente, con una administración fiscal más ordenada. Seguramente la inflación volverá a subir y las reservas a bajar. Pero si se hace un esfuerzo por ordenar las cuentas, puede ser que las expectativas lentamente tiendan a mejorar.

Si el Gobierno no toma este camino de orden de las cuentas macroeconómicas, se puede dar una de las últimas paradojas: que para evitar una crisis mayor, Argentina deba recurrir al FMI para conseguir fondos a mayor plazo y a menor tasa de interés.

Así las cosas. No es tan malo, solo se trata de pagar. Es necesario darle un sentido a ese esfuerzo: que la Argentina vuelva a conseguir inversiones que le permitan crecer.

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