ENFOQUE

¿Crecerá la economía en 2017?

Desde que el Gobierno asumió la política de crear un Estado fuerte y ordenar a la sociedad, el país profundizó la recesión y, en mi opinión, contra todos los pronósticos, no está claro que habrá recuperación. A lo sumo el PIB, por la forma en que se mide -reflejando la entrada de efectivo, lo que no implica desarrollo en productividad-puede subir levemente sin alcanzar el crecimiento demográfico con lo que el producto per cápita podría caer en 2017.

El principio es simple, el mercado resulta destruido por la represión estatal medida en términos de presión fiscal global (carga impositiva, inflación, endeudamiento, etc.), que ha aumentado, y por las regulaciones que pareciera que no han disminuido tanto. En cuanto a la moneda, el manejo keynesiano por parte de BCRA cuya emisión pretende neutralizar retirándola del mercado una vez emitida y, por tanto, provocada la inflación, es el ideal de los políticos ya que pueden emitir -gastar- todo lo que quieren total después neutralizan la inflación con Lebacs.

Lo cierto es que, por el contrario, los títulos públicos son inflacionarios -es así como se llega al 40% de inflación en 2016- ya que la gente deja de demandar moneda para volcarla a Lebacs dada su atractiva tasa, entonces, aumenta el diferencial con la oferta -aumentando la sobre oferta de dinero- ahondando la inflación.
A pesar de algunos optimistas, según el Indec, la construcción cayó 12,7% durante 2016, con una fuerte caída en diciembre (-7,8%) mientras que la producción industrial retrocedió 2,3% interanual en el mismo mes acumulando una merma del 4,6% en 2016. En tanto que la venta de insumos para la construcción bajó 6,9% en enero en la comparación interanual, según el índice Construya. La recaudación de enero -que subió 30%- es baja si descontamos la inflación y el blanqueo.

La Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCII) alcanzó el 64,5% en 2016 pero se profundizó en diciembre quedando en 63,6%, según el Indec. Muy baja según la UIA que dice que no se ven brotes verdes. El único brote verde importante es el de la industria automotriz que creció cerca de 50% en enero comparado con igual mes de 2016, pero se compara con un mes muy bajo y el aumento se debe en gran parte a la venta de pickups al campo.

Para peor parece que el Indec no deja del todo su tendencia oficialista. El presidente de Pro Tejer, asegura que el UCII de "productos textiles cerró al 58%, no como dice el Indec al 68% cuando se trabaja a menos del 75%, se pierde rentabilidad y son mayores los costos fijos", a lo que hay que sumarle el aumento de la presión impositiva lo que conforma un cocktail explosivo.

Los optimistas, basan el supuesto crecimiento en el campo, el repunte del consumo y la obra pública. Lo del campo es poco para empujar a toda la economía y el consumo no repuntó en enero y la tendencia es negativa. Los aumentos de tarifas en 2017 mermarán los recursos de los consumidores que el año pasado perdieron 6%.

Para la consultora Scentia, el salario real no mejorará y, por ende, tampoco el consumo y el PIB crecería entre 1% y -1%, menos que el crecimiento demográfico estimado en 1,3%. Según los supermercados, en enero se mantuvo la tendencia declinante. Los números muestran mermas de entre 8% y 11% en volumen.

Finalmente, en cuanto a la obra pública hay que decir que, por el contrario, es recesiva. El Estado no crea riqueza, la retira del mercado coactivamente con impuestos. Inflación y endeudamiento. De modo que retira dinero de la actividad privada, lo tamiza por una enorme burocracia y lo que queda para inversión es mal asignado.

Para remate, Trump podría complicar el comercio internacional, la Fed aumentaría la tasa lo que podría provocar un importante aumento en el precio del dólar. Expertos como Anatole Kaletsky, de Gavekal Dragonomics, o Ben Emons columnista de Bloomberg, mirando el alto endeudamiento, han señalado que la fortaleza del billete verde podría causar, en 2017, una crisis de deuda en los emergentes peor que la de los 80 y 90.

Según el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), "Países como Argentina y Venezuela enfrentarán mayores desafíos a partir de un endu recimiento de las condiciones de financiación" en tanto que el bajo nivel de reservas y la todavía frágil calidad institucional, puede comprometer la llegada de inversores al país.

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