Creatividad y productividad para hacer realidad nuestro potencial

En un escenario global complejo y en transición es importante para nuestra política exterior que se defina una visión clara de hacia dónde nos dirigimos como nación. Como expresó Winston Churchill: “lo primero es decidir a dónde uno quiere ir . Esta visión debe contener una perspectiva de desarrollo, que se centre en aspectos concretos. Una visión clara de país contribuirá a que nuestra diplomacia ayude a su materialización efectiva.

Una visión aspiracional y realizable, podría ser la de “hacer realidad el potencial de la Argentina . El presidente Macri ya ha aludido a esta idea al decir en Davos “que no hay ningún país con el potencial de la Argentina . Por su lado, Marcos Peña ha afirmado que “Argentina es el país que tiene el mayor diferencial entre su potencial y su realidad .

Una manera de definir este potencial es la idea de convertir a la Argentina en “un faro de cultura, creatividad y desarrollo . Idea que se construye sobre realidades existentes, aunque buscando incorporar nuevas cualidades, y que va más allá de lo económico y lo material. En efecto, la Argentina ya demuestra altos niveles de cultura y creatividad, pero enfrenta grandes desafíos en cuanto a desarrollo.

En cuanto a cultura, la Argentina debe desenvolverse globalmente, portando su rico y valioso “poncho cultural . Poncho cultural que tiene profundas dimensiones humanas y está formado por fuertes y variados tejidos. Estos incluyen el respeto de los DD.HH. y los valores democráticos, la rica cultura popular -representativa de las regiones del país-, la cultura clásica y la contemporánea -música, pintura, literatura, fotografía, teatro y cine-, el rol clave de la familia y los amigos, la alta formación académica -con cinco premios Nobel que lo reafirman-, y la importancia fundamental del deporte. Es importante que la esencia de este “poncho cultural no se deshumanice.

La proverbial creatividad de todo argentino para sobrevivir en condiciones adversas, tanto en lo político como en lo económico, es notable. Pero esta creatividad para sobrevivir debe ser transformada en una creatividad para sobresalir. Debemos ser capaces de fortalecer nuestros sistemas e instituciones para mejorar las condiciones en las que actuamos, para luego poder sobresalir a nivel global en base a nuestra creatividad.

Con nombres propios

La creatividad argentina se expresa en lo cultural, pero también se manifiesta en el campo del desarrollo. De Borges a Campanella, de Piazzolla a Mercedes Sosa, de Berni a Saraceno, nuestros artistas han impactado e impactan a nivel regional y global. Pero esta singular creatividad también se nota en lo tecnológico, donde empresas como INVAP desarrollan reactores nucleares experimentales, haciendo de la Argentina uno de los seis países en el mundo con esta capacidad.

A su vez, tres compañías de origen argentino (Mercado Libre, Globant, y Despegar) han alcanzado el status de “Unicornios (valuadas en más de 1000 millones de dólares), en el creativo e hipercompetitivo campo de la tecnología de la información.

Es en el campo del desarrollo donde tenemos más desafíos, y donde para sobresalir se requerirá de mayores esfuerzos y organización. Aquí vale recordar lo que decía el diplomático norteamericano Dean Acheson: “a veces necesitamos educarnos más en lo que es obvio, que investigar en lo que nos es oscuro . Y lo obvio en materia de desarrollo fue claramente expuesto por el profesor Michael Porter, al afirmar que para elevar el nivel de vida de los habitantes de una nación, hay que elevar sus niveles de productividad, definida como el valor de lo producido por una unidad de trabajo o capital.

La productividad alcanzada dependerá tanto de la calidad y los atributos que tengan los productos ofrecidos (que determinan el precio que se puede obtener por ellos), como de la eficiencia con la que son hechos. En este contexto, Porter afirmó que desarrollar “la habilidad de los diversos sectores productivos de una nación para obtener altos precios en los mercados extranjeros parecería ser un deseable objetivo nacional . Ante este desafío, se debe lograr un “ascenso con consensos , que fomente un crecimiento sustentable e inclusivo.

Establecer una visión clara y atractiva dará mayor dirección a la Cancillería, y la potenciará en su rol de conectar el “proyecto interno con el “proyecto externo del país. Por otra parte, los tres aspectos mencionados -cultura, creatividad y desarrollo-, la proveerán de instrumentos claves para seguir aumentando su prestigio e impacto a nivel global.

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