Con parálisis económica, el país sufrirá aún más y Macri no logrará salir del pozo

Más allá de las encuestas que se divulgaban, teníamos el viernes el resultado de un sondeo presencial realizado por una consultora externa que nos daba 13 puntos de ventaja. Si nosotros sabíamos lo que podía pasar, el Gobierno también. Entonces, ¿para qué hicieron correr en el mercado la versión contraria? Lo que está ocurriendo ahora es su responsabilidad".

El mensaje que partió de las oficinas de México 273 fue claro: Alberto Fernández por ahora es solo un candidato y no pretende asumir un rol de futuro de gobernante. Se dedicará a hacer política y preparar la campaña para las elecciones generales de octubre próximo. Pero no anunciará su equipo de potenciales ministros ni un plan económico. Tampoco le interesa viajar a Estados Unidos a reunirse con inversores. De hecho, más allá de apariciones esporádicas en los medios, planea tomarse unos días de descanso antes de retomar la carrera proselitista. Sólo mantiene contactos personales con algunos empresarios, como ocurrió con Marcelo Mindlin, quien salió a rescatar las acciones de Pampa Energía para evitar que se disuelva el valor de la compañía.

Ese escenario es el que atormenta al sector privado luego del lunes negro que, devaluación y derrumbe bursátil mediante, entre otras cosas dejó el valor en dólares del Merval a niveles de 2012. Pero también paralizó a la economía. Sin una cotización de equilibrio de la divisa estadounidense, nadie está dispuesto a vender: ni dólares, ni granos, ni autos, ni harina... No hay aún precios de reposición, por lo que solo se proyectan aumentos que van de la mano de la apreciación del tipo de cambio y pueden derivar en una inflación de dos dígitos para agosto.

Para especialistas como Orlando Ferreres, un billete a $ 57 como se ubicó tras las intervenciones del Banco Central, supone el precio correcto "para mantener el equilibrio de la balanza de pago de largo plazo". Aunque aclara que en el comienzo de la gestión de Néstor Kirchner, llegó hasta los $ 75 a valores de hoy.

Esa duda es la que mantiene todo congelado y hace estéril el efecto que pueda tener un potencial aumento de retenciones, como comenzó a rumorearse ayer. Sería, además, un golpe de gracia para el oficialismo que necesita ganar votantes y no perder los propios. Con mayor pobreza por efecto de la devaluación y la inflación, ya supone una misión improbable. Si se suma presión impositiva, resultará imposible. Así ya lo entendieron los inversores locales y externos con la corrida protagonizada tras las primarias. El camino elegido hundió en un pozo la posibilidad de reelección, como mostraron los resultados del domingo último. Insistir por esa vía es, simplemente, cavar dentro de ese pozo. Por el futuro político de sus candidatos y, sobre todo, el socioeconómico del país, Macri necesita dar señales de que puede atravesar la tormenta.

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