Cómo construir un éxito en un proyecto de y para todos

Fue en un viaje a Londres, donde terminé de entender el sentido profundo de eso que es más grande que la propia experiencia: cuando hay algo que se comparte, todos están comprometidos.

En Europa, el concepto de commonwealth se encuentra muy desarrollado y su concepción se sostiene sobre la base de la riqueza y el bienestar común. De hecho, commonwealth significa, literalmente, "riqueza común" o, si se lo expresa en una sola palabra,  "mancomunidad". La más conocida con esta denominación en el mundo actual es la Commonwealth of Nations, una comunidad de naciones vinculada al Reino Unido.

El concepto de individualidad no desaparece, sino que toma otra dimensión. Los individuos son integrados como parte de un todo social.

Así, asumir el liderazgo commonwealth para lograr el crecimiento colectivo implica moverse de un diseño de compañía vertical al 100 por ciento y flexibilizar esos bordes para crecer. Eso y tomar plena consciencia de que, para emprender, hay que aprender a vivir con poco porque vivir liviana te vuelve libre.

En el liderazgo colectivo, cada uno debe tomar su rol y poner sus fortalezas al servicio del proyecto. Por supuesto que las decisiones de negocio las tengo que tomar habitando mi rol de líder porque es un espacio que no todos desean tomar; me toca a mi decidir cuestiones de Bra futuro y, como la creatividad es nuestro activo, ahí si tengo la última palabra.

Pero si el proyecto que estamos trabajando tiene la dirección de arte como herramienta imperante, nuestro director de arte nos va marcando el camino, para que desde ahí podamos defender todo lo demás.

En el liderazgo commonwealth “el proyecto es de todos . La idea es emprender con un propósito y ser responsables con los objetivos que se definen. Implica fijar objetivos “trascendentales .

Este diseño de organización tiene múltiples virtudes. La más interesante en términos de negocios es que, en un país como Argentina, cíclico e incierto, trazar objetivos trascendentes y a largo plazo, casi de tipo épicos, reduce a su mínima expresión el lugar para el drama a la hora de analizar la coyuntura. Esto porque el retorno de inversión no es el único indicador de performance ni se tiene como plan la riqueza económica inmediata.

Si las personas que integran una corporación trasladan esta filosofía a los distintos ámbitos de su vida, podrían contagiar esa energía de comunidad y crecimiento a los demás. Hablamos de un sentido de grandeza.

Se trabaja en pos de dejar una huella, sembrar aquel arbolito que le dará sombra a generaciones futuras, pero que es obligatorio dejar hecho. Y este concepto commonwealth, que viene de Europa, hace referencia a un código de convivencia por los espacios comunes.

No se trata sólo de dinero. En la aventura del liderazgo colectivo, das trabajo, te unís con otros parecidos a vos: empresarios conscientes, universidades que se animan a reconfigurar la definición de éxito profesional. El plan es conectar con el auge de las habilidades blandas, y la tendencia de vivir liviano.

Nadie hace nada solo.

El dinero, en este ambiente, es energía que tiene que circular, y lograr amplificar puntos de vista, negocios, puestos de trabajo, extender los bordes hacia cosas nuevas.

Esto no es caridad: se trata de otra forma de hacer business con el foco puesto en lo que cada uno tiene para dar. Nada más parecido a un gran picnic multidisciplinario.

Estamos, en definitiva, ante otro tipo de managers, otra manera de definir la misión de una empresa, de medir el éxito y los logros. Reemplazar la pirámide por un círculo y gestionar todo tipo de otras habilidades a la hora de analizar el recruitment de talentos nuevos.

Para las empresas del futuro, y por qué no, ya del presente, será un desafío desplegar esquemas de desarrollo de capital humano para futuros líderes circulares.

¿Cuál es tu rol? ¿A qué te consagrás por encima de tu bono? Esas son algunas preguntas disparadoras a tener en cuenta para estas organizaciones.

Aquí la creatividad -core de nuestro negocio, y el activo que nos hace ganar dinero- se pone a jugar desde otro lugar. Y vienen más preguntas: ¿qué aspectos que antes se hacían de una manera, el mundo necesita que ahora sean hechos de otra?

Como líder de mi equipo, tengo la obligación de aprender de cada uno de los interlocutores con los que me conecto. Y sobre todo, dejarlos entrar en mi sistema de creencia, con humildad y escucha activa. 

Porque lo que estamos construyendo es de todos.

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