Ciccone: otro paso de Boudou hacia un abismo que lo encontrará sin fueros

La confirmación del juez Ariel Lijo al frente de la causa Ciccone representa para Amado Boudou una señal negativa de la Cámara de Casación Penal, que valida todas las decisiones del magistrado que hace un año exacto determinó el procesamiento del vicepresidente por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública.

Lijo tomó la causa en mayo de 2012, después de que fuera separado su par Daniel Rafecas, acusado por Boudou de intercambiar mensajes de Whatsapp con fuentes del caso, puntualmente, con el abogado Ignacio Danuzzo Iturraspe, allegado al Vice. Desde allí comandó el caso con la ayuda del fiscal Jorge Di Lello y, entre otras decisiones relevantes, ordenó que Boudou declarara en su despacho, el 9 de junio del año pasado.

El procesamiento del ex ministro de Economía fue confirmado el 27 de junio, acusado de interceder ante la AFIP para gestionar una moratoria especial para la imprenta familiar. Como Boudou, también fueron procesados su socio José María Núñez Carmona, su presunto testaferro Alejandro Vandenbroele, el ex funcionario de la AFIP Rafael Resnick Brenner, el ex jefe de Gabinete en Economía Guido Forcieri y Nicolás Ciccone, dueño de la imprenta.

Fue justamente Ciccone, a través de su abogado Maximiliano Rusconi, quien hace diez días pidió a Casación que apartara a Lijo del caso. Los jueces de la Sala IV rechazaron el pedido y, se prevé, en los próximos días ratificarán el pedido y dejarán a Lijo la posibilidad de enviar el expediente a juicio oral, que se llevaría a cabo entre 2016 y 2017, cuando Boudou ya no tenga los fueros que perderá en diciembre, cuando deje de ser el titular del Senado.

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