Carta Abierta, al ministro de Ambiente de la Nación

Quiero manifestarle mi profunda preocupación por la quita de presupuesto y recursos en la cartera a su cargo, que afectó de manera especial el Sistema Federal del Manejo del Fuego y las inversiones que deben hacerse en equipamiento, hidroaviones, helicópteros, equipos especiales y contrato de personal.
Actualmente, estamos sufriendo un incendio sin precedentes al norte de Río Negro, sur de La Pampa y de provincia de Buenos Aires que ya arrasó con cerca de 800.000 hectáreas de pastizales, animales ovinos, bovinos y cultivos en solo algunas semanas. Los daños económicos y ecológicos son irreparables. Pérdidas de cultivos, maquinaria y animales constituyen un saldo devastador para la economía regional. Según el laboratorio de Teledetección del INTA Valle Inferior, se incendiaron 543.000 hectáreas, con unas 13.000 hectáreas en Adolfo Alsina, 179.000 hectáreas en el departamento de Conesa, 273.000 hectáreas en Pichi Mahuida y 77.000 en Patagones. Solo entre el 30 y el 31 de diciembre se perdieron 215.000 hectáreas. A estos incendios recientes debe sumarse la situación en la región cordillerana patagónica. Durante los años 2014/2015 casi 42.000 hectáreas de bosque nativo desaparecieron en las provincias de Chubut, según un estudio realizado en esta provincia. A ello deben sumarse los incendios en la cordillera rionegrina que para ese periodo y enero 2016, elevaron el número a un total de 60 mil hectáreas, aproximadamente. Más tarde, se quemaron casi 2000 hectáreas en el Parque Nacional Los Alerces, muy cerca de los focos del año anterior. La mayor parte de estos incendios fueron intencionales.
En este escenario, es imprescindible que desde el Estado se tomen todas las acciones preventivas posibles, sumando nueva legislación, mayores recursos y más eficientes con el objetivo de compensar la situación climática desfavorable. Por ello, presenté un proyecto de ley que modifica la ley de Manejo del Fuego, protegiendo a los bosques nativos que hubieran sido objeto de incendios forestales, donde no podrá modificarse el uso y destino que estas superficies poseían con anterioridad al incendio. Esta norma tiene media sanción del Senado, fue modificada en Diputados y espera ser tratada nuevamente en la Cámara Alta a pesar de los infructuosos esfuerzos de mí parte para que el proyecto fuera incluido en sesiones extraordinarias del mes de diciembre.
Una ley que proteja al bosque nativo y desaliente los incendios intencionales cuyo fin, en muchos casos, es la especulación inmobiliaria, se hace imprescindible. La conservación de los bosques es un compromiso que no se puede eludir y el estado nacional ha asumido su protección así como también cada una de las jurisdicciones provinciales. Los incendios en la cordillera patagónica afectaron especies milenarias que no podrán recuperarse fácilmente y por lo tanto, tardaran siglos en reaparecer. El impacto sobre el equilibrio sistémico es grande e incluye la calidad de las aguas de ríos y lagos.
Las medidas concretas deben tomarse sin más retrasos y esto se resuelve con acciones concretas.
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