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Las secuelas de la pandemia que afectó al mundo aún no quedan atrás, pero los expertos ya ponen en perspectiva la posibilidad de un nuevo y más peligroso virus. Esta gran amenaza sería mucho más letal que el Covid-19.

El Covid-19 no fue el final, sino apenas una muestra advirtió Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota. En su libro The Big One, escrito junto al periodista Mark Olshaker, plantea la urgencia de prepararse para un virus aún más devastador.

El especialista sostiene que, aunque el mundo gasta miles de millones en guerras, dedica pocos recursos a enfrentar microbios. Según él, la humanidad sigue vulnerable ante lo que denomina "la próxima pandemia", un escenario con potencial para cambiar la vida en el planeta.

El concepto del "Big One" y el riesgo global

Osterholm describe "el Big One", o "el más grande", como un virus tan contagioso como el Covid-19 pero con la letalidad de SARS o MERS. Un agente así, afirma, sería capaz de sacudir la civilización en cuestión de semanas, aprovechando la rapidez de los viajes y la interconexión global.

A pesar de haber dejado la pandemia atrás, la amenaza de un nuevo virus sigue latente (Fuente: archivo).
A pesar de haber dejado la pandemia atrás, la amenaza de un nuevo virus sigue latente (Fuente: archivo).

El libro ilustra este riesgo con un escenario ficticio: una enfermedad desconocida que surge en un poblado somalí y se propaga rápidamente a París, Yakarta y Atlanta gracias a los vuelos internacionales. La moraleja es clara: en un mundo interconectado, los brotes ya no se mueven a la velocidad de barcos, sino de aviones.

Lecciones de pandemias pasadas

La historia ofrece advertencias contundentes. La gripe de 1918 mató hasta 100 millones de personas, el VIH ha cobrado más de 42 millones de vidas y virus como Zika o ébola demostraron que incluso patógenos "menores" pueden sorprender con consecuencias graves.

Osterholm recuerda que los microbios evolucionan con rapidez, con generaciones nuevas en apenas horas, lo que les da ventaja frente a la respuesta humana. En este contexto, la próxima pandemia no es una posibilidad remota, sino un hecho inevitable para la salud global.

El reto de la preparación y la confianza pública

La experiencia del Covid-19 expuso no solo fallos científicos, sino también políticos y sociales. Mensajes contradictorios sobre el uso de mascarillas y promesas incumplidas minaron la confianza ciudadana, que Osterholm define como "la única moneda" de la salud pública.

El próximo virus podría ser todavía más mortal (Fuente: archivo).
El próximo virus podría ser todavía más mortal (Fuente: archivo).peterschreiber.media

Aunque se lograron avances sin precedentes en vacunas y tratamientos, el especialista insiste en que la ciencia por sí sola no basta. La cooperación, la comunicación clara y la disposición de las personas a seguir medidas son pilares esenciales para mitigar futuros brotes.