Donald Trump ha amenazado con imponer nuevos aranceles a Colombia y recortar la financiación al país tras acusar a su presidente izquierdista, Gustavo Petro, de ser un "líder narcotraficante" ilegal que no estaba frenando el flujo de narcóticos hacia Estados Unidos.
El presidente estadounidense afirmó el domingo en una publicación en Truth Social que Petro era "un líder ilegal de las drogas que fomenta enérgicamente la producción masiva de drogas, en campos grandes y pequeños, en toda Colombia [sic]".
Añadió que Petro "no hace nada para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala de Estados Unidos, que no son más que una estafa a largo plazo a América".
Trump afirmó que no se realizarían pagos ni subsidios a la nación latinoamericana, con efecto inmediato.
Más tarde, en declaraciones a los periodistas en el Air Force One, calificó a Colombia de "máquina de fabricación de drogas". Dijo que impondría aranceles al país como castigo por su tráfico de drogas y que anunciaría la tasa el lunes.
La relación entre Trump y Petro se ha vuelto cada vez más antagónica, ya que han discutido sobre la política de drogas, la migración y la guerra en Gaza.
La escalada de Trump pareció ser una represalia por los comentarios de Petro el domingo, en los que afirmaba que Estados Unidos era culpable de asesinato tras atacar un barco en el Caribe el 16 de septiembre, matando a un pescador colombiano.
"Funcionarios del Gobierno estadounidense han cometido asesinato y violado nuestra soberanía en aguas territoriales", escribió Petro en X.
El ataque fue una de una serie de operaciones militares de la Administración Trump contra Venezuela, a la que acusa de traficar con narcóticos hacia Estados Unidos. Las fuerzas estadounidenses han hundido lo que la Administración afirma que son embarcaciones venezolanas dedicadas al tráfico de drogas y han ordenado el mayor despliegue de buques de guerra y aviones de combate en el Caribe en más de 30 años.
Pete Hegseth, secretario de Defensa de Trump, confirmó el domingo que el último ataque, que tuvo lugar el viernes, causó la muerte de tres personas. Afirmó que el barco estaba afiliado al grupo rebelde Ejército de Liberación Nacional de Colombia, una organización terrorista designada como tal por Estados Unidos.
Las figuras de la oposición venezolana y los analistas afirman que Estados Unidos está intentando derrocar al líder autocrático del país, Nicolás Maduro. Las acciones de Estados Unidos han puesto a la región en vilo.
Un informe de mayo del Servicio de Investigación del Congreso indicaba que Colombia era uno de los principales receptores de ayuda exterior estadounidense, con al menos USD 377,5 millones de dólares asignados el año pasado.
Washington ha proporcionado a Bogotá alrededor de USD 14.000 millones en financiación militar en lo que va de siglo, incluido su paquete de ayuda Plan Colombia, que reforzó al ejército del país en su lucha contra las guerrillas izquierdistas y los narcotraficantes.
Trump dijo el domingo: "Petro, un líder con baja popularidad y muy impopular, con comentarios hirientes hacia Estados Unidos, más le vale cerrar inmediatamente esos campos de exterminio, o Estados Unidos los cerrará por él, y no lo hará de forma amable".
Estados Unidos mantiene una relación cada vez más tensa con un país que tradicionalmente ha sido uno de sus aliados más cercanos en América Latina.
El mes pasado, Washington retiró a Bogotá la certificación de aliado en la lucha contra el narcotráfico por primera vez desde 1997, culpando a Petro del aumento de la producción de cocaína, de la que Colombia es el mayor productor mundial.
"Trump está siendo engañado por su círculo íntimo y sus asesores", escribió Petro el domingo en X. "El mayor enemigo que ha tenido el narcotráfico en Colombia en el siglo XXI fue quien expuso sus conexiones con la clase política del país, y ese fui yo".
Desde que asumió el cargo en 2022, Petro, un exguerrillero de izquierda que ha sugerido la legalización de la cocaína, ha buscado acuerdos de paz con los rebeldes y los grupos de narcotraficantes.
Elizabeth Dickinson, analista de Colombia en el International Crisis Group, afirmó que la disputa entre los dos combativos presidentes refleja la subyugación de los lazos institucionales a largo plazo a la política personal.
"Será difícil, si no imposible, que Estados Unidos logre sus objetivos en América Latina mientras aliena a su socio militar y de intercambio de inteligencia más cercano", afirmó Dickinson.
"Aproximadamente el 80 % de la información útil que Estados Unidos utiliza para interceptar drogas en el Caribe proviene de las fuerzas de seguridad colombianas, por lo que romper esa relación supondría un golpe directo a los objetivos de la política exterior estadounidense".
El mes pasado, Estados Unidos revocó el visado de Petro después de que este pidiera a los soldados estadounidenses que "desobedecieran las órdenes de Trump" durante una manifestación a favor de Palestina en Nueva York.
En enero, Trump amenazó con imponer aranceles del 25 % a las importaciones colombianas después de que Petro se negara a recibir vuelos de deportación en los que los ciudadanos colombianos iban esposados. Petro finalmente cedió.
