

La inflación en Colombia volvió a moverse y dejó señales que no todos esperaban. Entre los servicios del hogar, dos rubros encendieron las alarmas y reordenaron el gasto mensual de millones de familias. ¿Cuáles fueron y qué tan fuerte pegó el ajuste?
Septiembre cerró con un IPC anual de 5,18%. Hasta ahí, un número que parecía en línea con la desaceleración del año. Pero debajo del dato general hubo sorpresas: mientras un servicio básico bajó de precio, otros empujaron al alza y reabrieron el debate sobre tarifas, indexaciones y contratos de arriendo.
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La dinámica no fue pareja entre ciudades. De hecho, un nuevo estudio técnico confirmó que el "mapa" de los arriendos cambió y ya no es la capital la que lidera en precios. Ese reordenamiento ayuda a entender por qué la inflación de vivienda y servicios se sostuvo por encima del promedio.

Inflación, gas y arriendo en septiembre: qué subió y qué bajó
El DANE reportó que, en términos interanuales, el gas fue el servicio que más se encareció en septiembre: 12,67%. En vivienda, el arriendo efectivo aumentó 5,41% anual, mientras que la energía eléctrica mostró una caída de 2,17% frente a septiembre de 2024. Estos movimientos explican buena parte de la presión del componente de alojamiento y servicios dentro del IPC total de 5,18%.
¿Por qué pesan tanto los arriendos? Además de su alta participación en el gasto de los hogares, la evidencia reciente del Banco de la República muestra un viraje en el liderazgo de precios: Medellín se convirtió en la ciudad con arriendos más costosos en 2024, desplazando a Bogotá, un cambio relevante para las mediciones de costo de vida urbano.
Inflación y alimentos: café y otros productos que presionaron
Del lado de los alimentos, el DANE registró alzas marcadas en varios procesados. Destaca el café con un incremento anual de 52,46% en septiembre, dentro de las subclases del IPC. Las frutas también avanzaron a doble dígito (más de 13% anual), sumando presión al componente de alimentos y bebidas no alcohólicas.

En conjunto, estos impulsos dejaron a alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles como uno de los grupos con mayor aporte a la variación del IPC anual. Aunque la electricidad alivó el bolsillo, el repunte del gas y la persistencia de los arriendos sostuvieron el gasto de vivienda por encima del promedio general. Para el seguimiento del último trimestre, el foco estará en tarifas reguladas, indexaciones contractuales y el comportamiento de alimentos sensibles, variables que pueden mantener la inflación cerca del 5% si no ceden con rapidez.


