

El Gobierno colombiano habilitó una figura clave para los propietarios que no logran concretar una venta en el mercado tradicional: los bancos de tierras.
Estos mecanismos, regulados por los artículos 70 al 73 de la legislación nacional, permiten a las entidades territoriales adquirir terrenos y viviendas directamente de los dueños, evitando la espera prolongada de un comprador particular.
La medida busca no solo dinamizar el mercado inmobiliario, sino también garantizar la disponibilidad de predios para proyectos de interés social, infraestructura y programas de vivienda. En la práctica, significa que un propietario puede ofrecer su inmueble a estas entidades y obtener una salida rápida, segura y respaldada por la ley.

Cómo funciona la compra de terrenos y viviendas por los bancos de tierras
El proceso contempla que los municipios y departamentos, a través de sus bancos de tierras, adquieran terrenos y construcciones que luego se destinan a planes de desarrollo urbano, programas habitacionales o proyectos de interés general.
Para los propietarios, esto representa una ventaja frente a la dificultad de vender en el mercado abierto, ya que las negociaciones se realizan directamente con la administración pública y bajo un marco normativo establecido.
Cuáles son los artículos que regulan la venta de inmuebles al banco de tierras
El marco legal se encuentra en los artículos 70 al 73, que establecen las condiciones y objetivos de los bancos de tierras en Colombia. Estos apartados señalan que:
- Los bancos pueden comprar terrenos y viviendas directamente a los particulares.
- Las adquisiciones se destinan a planes de vivienda, reubicaciones y proyectos de interés social.
- Se prioriza la legalidad en los títulos de propiedad y la disponibilidad inmediata del predio.
Gracias a este respaldo normativo, el propietario cuenta con seguridad jurídica al vender, lo que lo convierte en una alternativa confiable frente a la incertidumbre del mercado privado.
Ventajas de vender una vivienda a través del banco de tierras
Los especialistas en derecho inmobiliario destacan que esta figura ofrece beneficios concretos para los dueños que no encuentran comprador:
- Rapidez en la transacción, sin depender de la demanda del mercado.
- Pago seguro, respaldado por recursos estatales.
- Finalidad social, ya que el inmueble se destina a proyectos habitacionales o comunitarios.
- Seguridad jurídica, gracias a la regulación legal vigente.

Una salida eficaz en tiempos de incertidumbre inmobiliaria
En momentos en los que la compraventa de vivienda puede tardar meses e incluso años, los bancos de tierras surgen como una opción real para quienes desean desprenderse rápidamente de un bien inmueble.
Con el soporte legal de los artículos 70 al 73, esta herramienta abre la posibilidad de transformar una propiedad en liquidez inmediata y contribuir al mismo tiempo al desarrollo social del país.




