

Un hito en la preservación de la fauna sudamericana conmueve a los científicos. En un descubrimiento sorprendente, lograron registrar en fotografía a un ejemplar joven de águila harpía en la selva misionera de Argentina.
Se trata de un terrible depredador:una de las aves rapaces más majestuosas y poderosas del continente, que se alimenta principalmente de mamíferos. Este avistamiento, que no se producía desde hace más de dos décadas, resalta la relevancia de proteger la biodiversidad de la zona.
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Su aparición representa un indicador del buen estado ambiental del ecosistema, y este registro reafirma la necesidad urgente de conservar estos entornos naturales para asegurar la supervivencia de la especie y de muchas otras que comparten su hábitat.
El retorno del águila harpía: cómo fue hallada
La obtención de la imagen de la joven águila harpía por parte de Manuel Encabo y Sergio Moya no fue producto del azar, sino el resultado de una labor de investigación constante que se extiende por más de 20 años.

A lo largo de estos años, ambos investigadores han invertido incontables horas de trabajo en busca de esta rara especie, recorriendo las reservas naturales de Misiones y otras provincias argentinas como Formosa, Salta y Jujuy. Aunque lograron registrar otras aves rapaces, el águila harpía se les había escapado hasta aquella jornada histórica de finales de julio.
Durante su búsqueda, los científicos se enfrentaron al enorme desafío de operar en una regiónselvática de vastas dimensiones, con más de 240.000 hectáreas de bosque tupido, lo que dificultaba enormemente la localización del ave. A ello se suma que las harpías son animales muy sigilosos, acostumbrados a desplazarse entre las copas de los árboles, lo que las vuelve especialmente difíciles de detectar.
La localización del joven ejemplar fue posible gracias a la amplia experiencia de Encabo y Moya, quienes conocían en detalle el territorio y empleaban métodos como el uso de cámaras de largo alcance y la identificación de sonidos propios de la especie para atraer a las aves.
El registro de esta águila juvenil, de aproximadamente dos años, brinda una valiosa señal sobre el estado de conservación de la población de harpías en la región. La labor de Encabo, Moya y otros especialistas, entre ellos Facundo Barbar y el equipo de la Fundación Caburé, resulta esencial para profundizar en la investigación y proteger a esta especie en peligro de extinción.

El águila harpía: una especie amenazada
El águila harpía, considerada una de las avesmás imponentes y grandes del planeta, enfrenta graves peligros que comprometen su supervivencia. Aunque tradicionalmente habitó las selvas de Sudamérica, su número se ha reducido drásticamente por la destrucción de su entorno natural y la caza furtiva.
Esta majestuosa ave, que puede alcanzar un peso de hasta 9 kilos, ocupa el lugar de depredador tope en su ecosistema, alimentándose principalmente de mamíferos como monos y perezosos.
- Pérdida de hábitat: la deforestación en las selvas tropicales sudamericanas ha limitado de manera significativa las áreas disponibles para su anidación y caza.
- Caza ilegal: pese a contar con protección en varios países, la persecución continúa debido a que algunos la consideran una amenaza para el ganado o le atribuyen supuestas propiedades curativas.
- Baja tasa reproductiva: las harpías tienen un ritmo reproductivo muy lento, con un solo pichón cada dos o tres años, lo que dificulta enormemente la recuperación de su población.


