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Un nuevo estudio científico ha puesto de manifiesto un fenómeno sorprendente en el núcleo de la Tierra y sugiere que su rotación podría haber cambiado de dirección. Este hallazgo proviene de un análisis exhaustivo de datos sísmicos realizado por investigadores de la Universidad de Pekín y la Universidad del Sur de California.

La investigación, publicada en la revista Nature Geoscience, indica que el núcleo terrestre podría experimentar oscilaciones cada varias décadas. Se estima que el último cambio significativo se produjo en la década de 1970, en un ciclo aproximado de 70 años. Hasta 2009, el núcleo giraba más rápido que la superficie, pero desde entonces su velocidad ha disminuido, llegando incluso a detenerse temporalmente.

Aunque los efectos inmediatos de este fenómeno no son evidentes para la mayoría, los expertos advierten sobre posibles implicaciones. Un cambio en la rotación del núcleo podría influir en el campo magnético de la Tierra, esencial para protegernos de la radiación solar y para el funcionamiento de sistemas de navegación y comunicación.

Atención: la Tierra podría haber cambiado su rumbo. (Fuente: Archivo)
Atención: la Tierra podría haber cambiado su rumbo. (Fuente: Archivo)

¿La Tierra dejó de girar y cambió su dirección?

El estudio también señala que las variaciones en la interacción entre el núcleo y el manto terrestre podrían afectar la actividad sísmica y el movimiento de las placas tectónicas, impactando directamente en la dinámica geológica del planeta.

Además, se plantea que estos cambios en la rotación del núcleo podrían alterar la duración del día en la Tierra, aunque de forma mínima, en el orden de milisegundos, lo que podría influir en procesos climáticos a largo plazo.

Los investigadores siguen analizando cómo estas pequeñas variaciones pueden afectar el clima global y la estabilidad atmosférica en las próximas décadas. Comprender estas dinámicas es fundamental para anticipar posibles efectos sobre los patrones de temperatura, precipitaciones y la circulación de masas de aire.

Los humanos ya experimentan el cambio de dirección de la Tierra

Para llegar a estas conclusiones, los científicos compararon el tiempo que tardan las ondas sísmicas en atravesar el núcleo terrestre. Observaron diferencias en la trayectoria y velocidad de estas ondas en distintos momentos, lo que les permitió inferir que el núcleo podría haber ralentizado, detenido o incluso invertido su rotación. Estos hallazgos respaldan la idea de que se trata de un fenómeno cíclico que ha ocurrido en el pasado, con patrones que se repiten cada ciertas décadas.

Los humanos ya experimentan el cambio de dirección de la Tierra, según la ciencia. (Fuente: Archivo)
Los humanos ya experimentan el cambio de dirección de la Tierra, según la ciencia. (Fuente: Archivo)

Entender la rotación del núcleo es vital para mejorar nuestro conocimiento sobre el comportamiento del campo magnético, los cambios climáticos y la actividad sísmica, factores que impactan directamente en la vida cotidiana y en la supervivencia humana.

Además, investigaciones previas han indicado que la actividad del núcleo terrestre podría estar relacionada con la formación de auroras boreales y otros fenómenos atmosféricos, lo que sugiere una conexión más amplia entre la dinámica interna del planeta y los eventos visibles en la superficie.