

En Colombia, los padres tienen la facultad legal de solicitar el desalojo de un hijo adulto que viva en su vivienda, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos. Este tipo de decisiones, aunque generan polémica, están protegidas por el marco jurídico del país y pueden llevarse a cabo de manera formal ante un juez.
Cada vez es más común que los jóvenes adultos permanezcan en el hogar familiar durante más años. De hecho, un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que el 35% de los colombianos entre 20 y 29 años aún viven con sus padres. Sin embargo, el derecho de los hijos a permanecer en la vivienda no es indefinido ni absoluto.

Los padres sí podrán sacar de casa a los hijos: estas son las condiciones
La legislación colombiana, específicamente el artículo 288 del Código Civil y la Ley 1098 de 2006 (Código de Infancia y Adolescencia), determina que los padres deben garantizar el cuidado y manutención de sus hijos hasta los 18 años. En casos donde el hijo estudia y depende económicamente de ellos, esta obligación puede extenderse hasta los 25 años.
Una vez superada esa edad o si el hijo no estudia ni aporta económicamente al hogar, los padres no están legalmente obligados a mantenerlo bajo su techo. En ese punto, pueden solicitar el desalojo por vía judicial, si consideran que la convivencia ya no es viable.
Así se puede realizar el proceso legal para desalojar a un hijo
De acuerdo con Abel Cupajita Rueda, director de Sescol Tax & Legal Abogados y Consultores, los padres pueden iniciar una acción de restitución de inmueble por ocupaciónde hecho, amparada en el artículo 384 del Código General del Proceso. Según AS Colombia, este mecanismo permite recuperar la posesión de una vivienda cuando alguien la ocupa sin autorización o sin un acuerdo legal vigente.
En estos casos, el juez evalúa las pruebas presentadas -como testimonios, documentos o comportamientos conflictivos- y determina si el hijo debe abandonar el inmueble. Si la presencia del hijo representa un riesgo para los padres o interfiere con su bienestar, la ley concede prioridad a la protección del propietario.

Qué pasa si el hijo se niega a abandonar la vivienda
Si el hijo se niega a desalojar, los padres pueden avanzar con un proceso por ocupación de hecho o precario, respaldado por el mismo Código General del Proceso. Además, si existen situaciones de violencia, amenazas o agresiones, los padres tienen derecho a solicitar medidas de protección y denunciar penalmente por violación de habitación ajena o perturbación a la posesión.
Cabe aclarar que la ley prohíbe tajantemente el desalojo de menores de edad o de hijos que aún dependan económicamente por motivos académicos. En estos escenarios, cualquier intento de expulsión podría acarrear sanciones penales y administrativas, incluyendo prisión o pérdida de custodia.





