

El “gigante olvidado” del sudeste asiático comenzó a captar la atención global. Mientras el mundo sigue concentrado en China y en la rivalidad con Estados Unidos, Indonesia avanza con un crecimiento estable, una economía más diversa de lo que se supone y una urbanización acelerada.
Según el informe del McKinsey Global Institute, el país se consolidó como una de las economías más relevantes de la región y su transformación se explica por mejoras sostenidas en productividad y por el peso creciente de sus ciudades.
Atención: por qué Indonesia entra en el radar de China y Estados Unidos
El informe del McKinsey Global Institute destaca que Indonesia ya figura entre las economías más importantes del mundo, con un mercado interno robusto y un crecimiento impulsado principalmente por el consumo y los servicios. El estudio remarca que la economía indonesia mantiene una baja volatilidad, una inflación más controlada y un proceso de urbanización que redibuja el mapa productivo del país.

Para China y Estados Unidos, dos potencias que compiten por influencia en el Indo-Pacífico, Indonesia se convierte así en un actor estratégico, no solo por su tamaño poblacional, sino también por la evolución de sus sectores productivos y la expansión de su clase consumidora.
Cómo se está transformando el gigante del sudeste asiático
El reporte identifica los elementos que explican el ascenso económico del país: un crecimiento moderado pero sostenido, una caída en la volatilidad macroeconómica y una migración constante hacia las grandes ciudades, donde se concentra casi toda la actividad económica.
Entre los puntos centrales del informe se destacan:
- La economía creció de manera constante durante una década, con una de las menores variaciones entre los países analizados.
- La mayor parte del avance se explica por la productividad, especialmente en comercio, transporte y telecomunicaciones.
- El peso de los recursos naturales se redujo incluso en períodos de altos precios internacionales.
- Más de la mitad de la población vive en ciudades que generan alrededor del 74% del PBI.
Estos factores explican por qué Indonesia dejó atrás la imagen de economía inestable y se proyecta como un polo de crecimiento dentro del sudeste asiático.
Claves silenciosas de la transformación de Indonesia
De acuerdo con las conclusiones del informe del McKinsey Global Institute, la evolución del país se apoya en cinco pilares:
- Urbanización acelerada: ciudades medianas como Bandung, Surabaya y Medan crecieron a un ritmo notable en los últimos años.
- Consumo interno como motor: el país depende más de su mercado doméstico que del comercio exterior.
- Productividad sectorial: los sectores de comercio, transporte y telecomunicaciones lideran la mejora.
- Diversificación económica: los servicios representan una porción creciente de la actividad.
- Estabilidad macroeconómica: la inflación y la volatilidad económica se redujeron de forma significativa.
Estos elementos explican por qué Indonesia empieza a aparecer con mayor fuerza en las evaluaciones estratégicas de las principales potencias del planeta y por qué su avance se considera uno de los procesos más relevantes del sudeste asiático en las últimas décadas.

