Las canchas de la NBA, un campo de batalla para las marcas de zapatillas

Hasta 13 marcas están presentes en el torneo de básquet de los EE.UU. Y algo muy significativo es que Puma y New Balance entraron en el mercado hace pocos meses

El negocio de la NBA atraviesa su mejor momento. La constatación de este hecho se aprecia en su facturación anual, superior a u$s 6000 millones, el gran seguimiento que tiene la competición en las redes sociales o en el interés de las marcas de zapatillas por vestir a alguno de los jugadores de la mejor liga del mundo.

Esto último, dada la popularidad mundial de estrellas como LeBron James o Stephen Curry, puede parecer lógico, pero proporcionar calzado a alguna de estas figuras nunca había estado tan complicado.

 

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Hasta 13 marcas están presentes en las canchas estadounidenses. Y algo muy significativo es que dos de estas entraron en el mercado hace escasos meses. Se trata de Puma y New Balance, empresas que pese a los numerosos competidores que sabían que iban a encontrarse, no dudaron en invertir en ella.

La marca alemana ejecutó una agresiva campaña de captación para hacerse con varios de los debutantes más prometedores de esta temporada, mientras que la segunda anunció en noviembre el comienzo de una alianza con Kawhi Leonard, estrella de los Toronto Raptors.

Ambas asumieron el reto de intentar hacerse un hueco en el mercado. Y lo han hecho aun sabiendo también que Nike cuenta con un dominio absoluto del mismo, según un estudio publicado por el diario Expansión.

A comienzos de la temporada, la firma de Oregon y su filial Jordan contaban en sus filas con cerca del 75% de todos los jugadores. Adidas, el segundo fabricante, no alcanzaba el 20%. Luego se situaba Under Armour, con cerca del 5%. El resto de los profesionales se los reparten insignias menos conocidas como Li-Ning, Anta Sport, Q4, Peak, Big Baller Brand y Perception, la cual ha sido fundada por el actual base de los Brooklyn Nets, Spencer Dinwiddie.

Con tanta competencia entre compañías hay un ganador claro: los jugadores. En este sentido, teniendo en cuenta la excelente actualidad en cuanto a talento individual, sus estrellas se muestran exigentes a la hora de trabajar con uno u otro patrocinador. Por eso las marcas de zapatillas deben procurar ofrecer una alianza que se diferencia de la competencia.

Klay Thompson es uno de los jugadores que optó por unirse a una firma desconocida por el gran público para así tener un mayor poder de decisión en la elaboración del producto. En 2014, el escolta de los Golden State Warriors firmó con la china Anta Sport, lo que le permitió tener un calzado a su gusto y que llevara su nombre. Además, el afamado triplista no dudó en expresar su satisfacción por utilizar unas zapatillas con un precio más ajustado que el de la competencia. “Hay algunos modelos que cuestan 250 dólares. Si tienes hijos, eso es mucho para unas zapatillas , defendió en una ocasión.

De todas formas, lo cierto es que para algunos jugadores es más fácil que para otros para atraer empresas. Es que las figuras de la NBA que tienen su propio modelo de zapatillas son generalmente jugadores “exteriores : Stephen Curry, Kyrie Irving, Damian Lillard, Derrick Rose, o James Harden (sin olvidarse de Michael Jordan o Kobe Bryant, ya retirados). Ellos son claro ejemplo de que el fanático se identifica más con estos jugadores al ser quizás más parecidos físicamente al aficionado medio, que se ve más reflejado en ellos que en jugadores que midan más de 2,10 metros.

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