Impostores en la oficina: cómo detectar a los profesionales sin profesionalismo
Tener títulos académicos y una carrera consolidada (o prometedora), no es garantía de estar comprometido con darlo todo en términos de excelencia y mejora continua.
Ser profesional no garantiza tener profesionalismo. De hecho, todos vivimos situaciones con personas que tienen títulos y trayectoria, y que distan mucho de comportarse como profesionales.
Entonces, ¿qué es tener profesionalismo en el trabajo? Se trata de la cualidad de la excelencia aplicada al desarrollo de determinada actividad, donde se destacan los valores, la responsabilidad sobre el proceso y el resultado, el compromiso puesto en la tarea y la calidad superior en todo momento.
Si bien conceptualmente se habla de profesionalismo en personas con títulos académicos, también se aplica para todo tipo de profesiones, disciplinas como el arte y el deporte, y sería deseable que, por ejemplo, en el ámbito empresarial y de los gobiernos también prospere este rasgo de calidad superior.
En mi percepción, tener profesionalismo está directamente ligado con la ética del trabajo, es decir, el conjunto de valores, cualidades distintivas y aportes positivos de excelencia que hace una persona, aplicando sus conocimientos en pos de lograr un resultado superador.
15 señales de la falta de profesionalismo
Por más que alguien se diga “profesional , abundan los casos en que hacen agua. Ejemplos concretos:
Malhumor en el trabajo: cómo dejar de ser el que siempre se queja de todo en la oficina
Parece ser que en tiempos ásperos, también las relaciones interpersonales se convierten en espinosas. La decepción, frustración y el enojo irrumpen a cada momento, y tenemos que lidiar con comportamientos que rozan el mal trato.
Las ventajas de tener profesionalismo
Una persona que es reconocida por su profesionalismo va construyendo su reputación positiva. Esto se logra en el tiempo, lleva años y se basa en pequeños “profesionalismos cotidianos que, sumados, dan un resultado de excelencia y calidad reconocible.
El tener profesionalismo te transforma en una persona confiable, un espejo que refleja algunos aspectos que otros quisieran emular; y, también, en un orgullo personal que hace aumentar tu autoestima y autovaloración, ya que sabés que estás haciendo, siempre y bajo toda circunstancia, todo lo humanamente posible en el máximo nivel de excelencia.
Por qué la 'milla extra' es clave para que tu pasión se convierta en tu trabajo... y viceversa
Posiblemente, las tres palabras más repetidas dentro de la cultura organizacional en cualquier empresa del mundo son: pasión, compromiso y responsabilidad. La cuarta es resultados. Esos tres grandes motores impulsan a las personas, tanto en forma individual como colectiva, a la posibilidad de lo imposible; a generar transformaciones que ni ellos mismos podían imaginar, y a conquistar resultados que, sin esos componentes, jamás llegarían.
Si bien esta descripción parece muy exigente al leerla, es así como se construye el profesionalismo: dándolo todo. El que tiene profesionalismo no es tibio: es apasionado, comprometido y agrega valor, su milla extra, en cada cosa que hace.
Incluso en sus puntos débiles (que los tienen), los que son reconocidos por esta cualidad se corrigen, aprenden, estudian, piden feedback, mejoran permanentemente. Esto es, también, lo que los distingue de los demás.
Cómo afrontar la falta de profesionalismo
A veces, el profesional sin compromiso que trabaja “a reglamento puede llegar a viciar y opacar la labor de los que sí se destacan.
Para combatir la falta de profesionalismo en las organizaciones es necesario encarar un programa consistente de calidad que involucre a todos, ya que no alcanza con que el directivo llame a solas a la persona y le llame la atención: así no se producirá la transformación.
Y, bueno es saberlo, habrá personas que jamás van a comportarse con profesionalismo, en parte porque les da lo mismo -se llama mediocridad-, y en parte porque quizás para ellos su medida interna de “darlo todo es bien baja, a ras del suelo: frente a esto, no hay mucho para hacer.
Algunas ideas para encarar el tema:
Aplicando estas estrategias es posible que algunos 'despierten' su profesionalismo; otros puedan ser reubicados en otros sectores, y, agotadas las opciones, desvincular a aquellos que, habiendo pasado por distintas instancias como las descriptas, no han accionado lo suficiente para moverse hacia un mayor profesionalismo en su desempeño.
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