Graffiteros argentinos for export
De Túnez a Londres, de China a los Estados Unidos. Quiénes son los 5 referentes del muralismo callejero local convocados para firmar sus obras en grandes ciudades y aldeas en vías de extinción.
Al igual que sucede en las ciudades más trendy del planeta, Buenos Aires experimenta un boom del muralismo callejero, cuya calidad expresiva ya ha sido validada por la academia, los vecinos, las autoridades municipales, los galeristas e incluso, los coleccionistas. Ahora, esa onda expansiva se proyecta al mundo.
Quiénes son los 5 referentes locales convocados para firmar sus obras en espacios públicos de grandes ciudades pero también en aldeas en vías de extinción alrededor de todo el planeta.
1º Martín Ron
Nacido en Caseros, en el Partido de Tres de Febrero, fue uno de los primeros que pintó un mural de grandes dimensiones en la capital argentina: en un plano de 412 metros cuadrados, a pasos de la sede Drago de la Universidad de Buenos Aires, hizo una imagen surrealista que captura miradas. “Si es interesante pintar cada vez más alto, también lo es pintar más lejos , plantea. En 2013, el mismo año de aquel mural, viajó a Chile y luego a Gran Bretaña, convocado por Street Art London. “Te trasladás con tus pinturas y tus ideas. Lo único que no tenés es la pared. El lugar más insólito lo hace más especial. Cada mural es una nueva aventura, sea en un barrio de Buenos Aires o en Tailandia , afirma.
Entre sus 300 obras, a Ron se le cuentan varios murales porteños ya icónicos, como la imponente tortuga marina que pintó en Barracas y el retrato de Carlos Tévez en Fuerte Apache. En el exterior, su creatividad quedó plasmada en paredes de Malasia, Bélgica, los Estados Unidos, Estonia e Inglaterra. De adolescente, Ron “salía a llevar los escasos conocimientos que tenía de dibujo y pintura a la calle . Cuando creció, el muralismo no estaba de moda, pero aparecieron algunas propuestas para embellecer su barrio. Hoy, el artista urbano reflexiona: “Antes tenía que tocar timbre para pedir permiso. Hoy me mandan mensajes por las redes sociales para ofrecerme paredes .
2º David Petroni
Empezó a pintar siendo adolescente en Villa Maipú, San Martín, donde vivía. Luego se convirtió en estudiante de Diseño Gráfico y Bellas Artes, etapa en la que pasó a la actividad indoor. De viaje rumbo a Brasil, la aerolínea extravió sus telas y se encontró sólo con sus pinturas: en ese momento, volvió a la expresión callejera. “Los viajes te van transformando. Regresé con la cabeza cambiada y la ciudad estaba más dispuesta al arte urbano , recuerda. En 2016 llegó una aventura por Europa, de tres meses y medio, que empezó planeada por París y Lisboa pero que lo terminó llevando también a Roma y Gdansk, Polonia, en donde dejó sus coloridos y geométricos murales.
“Voy comprobando que el hombre es similar en su parte esencial. El contexto importa en determinadas ocasiones, en la interacción de la obra, en los otros estímulos visuales que hay. En Polonia pinté en una ciudad a orillas del Báltico que la mitad del año está nevada. Entonces, pensé cómo mis colores podían interactuar con una ciudad blanca , explica quien en agosto pasado terminó una pared de 11 metros en la villa 1.11.14.
3º Ever
La agenda de Nicolás Romero –Ever en su faceta de artista– incluye muros alrededor del mundo a los que se acerca con una grúa para dejar allí su obra. “Empecé a pintar de manera ilegal, pero no me gustaba el peligro que implicaba. Sentía que podía hacer arte público desde otro lugar , recuerda sobre las salidas que hacía por Congreso, Barracas y Lanús. En 2009 viajó a Europa y vivió de cerca el movimiento del arte callejero francés, del que tomó el discurso político reflexivo. “Para mí, pintar en la calle es una investigación sociológica constante. No hay que tomarlo meramente como algo lindo. Eso va a pertenecer a la gente, el barrio. La calle es donde nos quejamos y las paredes están hechas para ser escuchadas , explica.
Lo invitaron a Art Basel para participar del proyecto que lo llevó a pintar en Wynwood, el barrio de Miami copado por la movida del street art. México, Australia, España, Canadá, Austria y otras ciudades de los Estados Unidos (Cleveland, Chicago, Arizona), en donde trabaja con algunas galerías, forman parte de su trayectoria. “Uno deja su interpretación, que tiene que generar preguntas porque, como artista, no busco dar respuestas , define. Sus murales no llevan firma porque está convencido de que, una vez que los termina, ya no le pertenecen.
4º Pum Pum
Una escuela primaria de Lishui, en el suroeste de China, luce en sus paredes a una niña soñadora. Hasta ese lugar rodeado de bosques de bambú y campos de loto llegó Pum Pum, una de las referentes argentinas de arte urbano. Accedió a esa zona rural convocada por el programa Back to school, que reunió a 15 artistas de diferentes países del mundo para pintar imágenes motivadoras para los pequeños estudiantes. Y hacia allí emprendió una nueva experiencia fronteras afuera. Un proyecto similar la llevó a la isla de Djerba, en Túnez, en donde se encontró con colegas de todo el mundo para pintar establecimientos educativos en el pequeño pueblo de Erriadh.
Pum Pum creció en un hogar en el que el arte formaba parte de la cotidianidad, estudió Diseño Gráfico y encontró el muralismo en el camino. “No lo niego: me gustaba dibujar, pero no pensaba en que fuera una profesión para toda la vida. Hasta que lo que hacía comenzó a repercutir, a tener una conexión sensible con quien lo recibía. Eso genera una onda expansiva, porque valoro mucho lo que le pasa a quien lo ve y opina , revela.
5º TEC
Eran los inicios de los ‘80 cuando recibió, como regalo, un libro que compilaba los grafittis de Nueva York. Sin Internet, sólo con esas imágenes en papel como referencia, TEC y un amigo empezaron a hacer sus primeras pintadas en las calles de la ciudad de Córdoba, donde vivían. Unos años después, mientras estudiaba Diseño Gráfico en la UBA, y dedicó su tiempo especialmente al campo audiovisual. En 2001, en medio de la crisis del país, volvió a salir en grupo para pintar plazas “y ponerle un poco de onda y color a la situación, con una estética naif, cercana al diseño gráfico. Eso me puso de vuelta en la calle, me devolvió al street art , reconoce en su flamante estudio en Villa Ortúzar.
Años más tarde, una galería de arte de San Pablo lo invitó a una residencia de dos meses junto a artistas de todo el mundo: ese fue el inicio de su vínculo con la capital financiera de Brasil, ya que después llegó una exposición en el Museo de Arte paulista. En esa urbe, donde ahora vive, pintó el mural más grande hasta el momento, junto a una autovía de la zona conocida como Minhocao. La pared lateral de un edificio de 18 pisos –60 metros de altura– exhibe su interpretación del vínculo entre el hombre y la megaciudad.
Bonus track
- graffitimundo es una organización sin fines de lucro dedicada al apoyo y la promoción de la escena local de arte urbano y los esfuerzos individuales de sus artistas, cuyas historias, visión y motivación son reveladas al mismo tiempo que se descubren sus obras más emblemáticas en la ciudad de Buenos Aires. Algunos de los programas disponibles, sólo en idioma inglés y en recorridos a pie y/o vehículo que se extienden durante un mínimo de tres horas, son: Walking Tour, que conduce a través del emergente Villa Crespo hasta el consagrado Palermo Soho (u$s 18); North City Tour, una exploración profunda de las paredes intervenidas en Colegiales, Chacarita, Villa Crespo y Palermo (u$s 30 en minibus con aire acondicionado); South City Tour, que se adentra en las otroras áreas industriales de La Boca y Barracas (u$s 30). Todos requieren inscripción previa online.
- Galería Unión es el único espacio expositivo dedicado exclusivamente al arte urbano en la ciudad y gestionado por sus protagonistas. Ubicada en Palermo Soho, programa muestras temporarias y también brinda la posibilidad de adquirir obras en pequeño formato.
La versión original de esta nota fue publicada en la edición 185 de Clase Ejecutiva, la revista lifestyle de El Cronista
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