En China trasplantaron 10.000 árboles para construir este hotel de lujo

El hotel Amanyangyun, del grupo Aman Resorts, se ubica en Shanghai y fue galardonado con el premio internacional de diseño Prix Versailles 2018. 

En las afueras de Shangai, más precisamente 27 kilómetros al sur y en el corazón de un bosque de árboles de alcanfor, el grupo Aman Resorts inauguró su cuarto hotel en China: Amanyangyun. Si bien el alojamiento abrió sus puertas hace menos de un año, ya fue premiado como el mejor diseñado del mundo durante la edición 2018 del prestigioso certamen internacional de arquitectura Prix Versailles.

Amanyangyun integra armónicamente la naturaleza y la historia: para construirlo, el estudio de arquitectos Kerry Hill remodeló 50 villas de las dinastías Ming y Quing y se replantaron más de 10 mil árboles para crear un bosque como los que poblaban la zona en la antigüedad. Salvadas de la demolición, las viviendas han sido ensambladas ladrillo por ladrillo para crear espacios pacíficos y refinados, con vistas hacia el bosque, cuyos interiores combinan madera, piedra y bambú. Tanto las Club Suites como las Antique Villas son una oda al confort, la belleza y la tradición, con su luminosidad y sus líneas simples y limpias. Los materiales y texturas locales armonizan con el exuberante paisaje que entra a través de los extensos ventanales.

Por su parte, los árboles fueron transportados 700 kilómetros desde Jiangxi a Shanghai, donde fueron trasplantados para generar un entorno natural único acompañado del aroma relajante del alcanfor. Entre frondosa vegetación y lagos artificiales, Amanyangyun es un refugio ideal para escaparse por un rato del bullicio de Shangai, ya que este oasis tranquilo y sereno se encuentra cerca de las tiendas y los lugares de interés de la ciudad pero preservado de su ritmo vertiginoso. Allí conviven en perfecta armonía lo antiguo y lo moderno, lo natural y lo artificial, el pasado y el presente de China.

El corazón del hotel es el centro cultural llamado Nanshufang en homenaje al pabellón real de lectura de la Ciudad Prohibida de Beijing. Dedicado a las artes chinas y la búsqueda del conocimiento, está emplazado en un antiguo edificio en cuyos interiores se destacan los muebles de madera nanmu, un material típico de la dinastía Ming. Nanshufang es una recreación moderna de los estudios de los literatos de la China del siglo XVII, un espacio para aprender, contemplar y practicar caligrafía, música y pintura. Al otro lado del patio, nueve salas privadas invitan a participar de las tradicionales ceremonias de té y de incienso.

Otro de los puntos más atractivos del resort es el Spa inspirado en el nombre del complejo: "Aman", el grupo hotelero, y "Yang Yun", parte de una inscripción de 300 años de antigüedad que se encuentra dentro de la Ciudad Prohibida y significa "nube nutritiva". Los tratamientos de relajación y los rituales de belleza que se ofrecen en este espacio  integrado al bosque se inspiran en la cultura de Shanghai y las prácticas curativas tradicionales de China.

La propuesta de diseño y placer que Amanyangyun ofrece a los huéspedes se completa con cinco opciones gastronómicas que incluyen un restaurante chino, uno italiano, uno japonés, un bar de tragos de autor y un salón dedicado a los amantes de los habanos y puros.

En cada uno de estos sofisticados espacios se combinan grandes aberturas, materiales nobles, cómodos sillones y extensas barras con bebidas y platos de lujo. Un imperdible de Shanghai.

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